Cayetano Martínez de Irujo ha pasado unos meses de lo más complicados. Y es que a sus problemas de salud debido a las obstrucciones intestinales por las que ha permanecido ingresado en el hospital más tiempo del que le gustaría, se unen las tensiones con sus hermanos. Enfrentado al resto de la familia desde poco después de que falleciera doña Cayetana, Duquesa de Alba, en el año 2014, la relación ha llegado a un punto de no retorno.
Cayetano, que sólo se habla con Fernando, ha decidido romper con el resto de sus hermanos, y desvincularse completamente de los negocios que todavía le unían a la Casa de Alba. Sin dudarlo, y descontento con la gestión de los negocios por parte de su hermano Carlos, actual Duque de Alba, el jinete le ha vendido su participación en el negocio gourmet que puso en marcha poco antes de la muerte de su madre.
Sin embargo, y pese a que su familia le ha dado la espalda por completo, Cayetano cuenta con el apoyo incondicional de su ex mujer, Genoveva Casanova, y de sus hijos, Luis y Amina. Y es que, aprovechando la tranquilidad que reina en la capital en plena época estival, el Duque de Arjona disfrutó de una comida de lo más familiar. Haciendo gala de la buena relación que mantienen, el ex matrimonio compartió confidencias junto a sus hijos en la terraza de uno de los restaurantes más exclusivos de la capital. La gran ausente en esta estampa familar fue Bárbara Mirján, novia del jinete.
Tras compartir la comida, los cuatro se marcharon caminando por las calles de Madrid como cualquier otra familia y es que Cayetano caminó muy cerca de su hija Amina mientras que Genoveva lo hizo unos pasos por detrás junto a su hijo Luis. Algo molestos por la presencia de los fotógrafos, ni el jinete ni su ex mujer quisieron comentar nada sobre la sorprendente separación de Enrique Ponce y Paloma Cuevas con los que ambos tienen una buena relación.