El Papa ha defendido la necesidad de «liberar» la figura de la Virgen María de la influencia de las mafias así como de superestructuras, poderes o condicionamientos «que no cumplen con los criterios evangélicos de justicia, libertad, honestidad y solidaridad».
«La devoción mariana es un patrimonio religioso-cultural que debe ser salvaguardado en su pureza original, liberándolo de superestructuras, poderes o condicionamientos que no cumplen con los criterios evangélicos de justicia, libertad, honestidad y solidaridad», ha señalado el pontífice en una carta a la Pontificia Academia Mariana Internacional, que preside el sacerdote Stefano Cecchin.
En el documento, que ha sido hecho público por Vatican News, la agencia de noticias del Vaticano, Francisco también ha recordado que dentro de esta Academia Pontificia se creó el departamento de análisis y estudio de los fenómenos criminales y mafiosos, «para liberar la figura de la Virgen María de la influencia de las organizaciones criminales».
Entre los ejemplos de lo que el Papa ha llamado «espiritualidad distorsionada» están las «reverencias» de las estatuas de María frente a las casas de los jefes de las mafias durante las procesiones religiosas.