Quién no se acuerda de esos largos viajes a la sierra por la carretera general con 8 ó 9 miembros de la familia montados a tropel unos encima de otros, sobre la caja de cambios, o el asiento de la madre, sin cinturón de seguridad ni nada parecido. O quién no hizo alguna vez el truco de calentar el termómetro en el radiador hasta hacerlo estallar para simular 40 de fiebre y evitar ir al colegio. O esa costumbre insana de quemar las nubes de goma para acentuar su sabor. ¡Ni idea de que eso fuese cancerígeno!
Os invitamos a repasar una lista, a partir de una hecha por los nostálgicos de Yo fui a EGB, que, sin duda, te hará revivir tiempos pasados.
4Jugar con el mercurio de los termómetros
Lo de los termómetros de mercurio merece punto y aparte. Primero, porque en las propias clases de ciencias, y obligados por los profesores, experimentábamos con esa bolita plateada y juguetona deslizándose entre nuestros dedos. Y segundo, cuando hacíamos el viejo truco de ponerlo en el radiador para que se disparara a 40 º y así librarnos de ir al cole.
(Ojo, casi siempre estallaban). Y pensar que hoy en día está prohibida su venta por contener material altamente tóxico…