Quién no se acuerda de esos largos viajes a la sierra por la carretera general con 8 ó 9 miembros de la familia montados a tropel unos encima de otros, sobre la caja de cambios, o el asiento de la madre, sin cinturón de seguridad ni nada parecido. O quién no hizo alguna vez el truco de calentar el termómetro en el radiador hasta hacerlo estallar para simular 40 de fiebre y evitar ir al colegio. O esa costumbre insana de quemar las nubes de goma para acentuar su sabor. ¡Ni idea de que eso fuese cancerígeno!
Os invitamos a repasar una lista, a partir de una hecha por los nostálgicos de Yo fui a EGB, que, sin duda, te hará revivir tiempos pasados.
11Subir a columpios oxidados
Estas reliquias se siguen viendo en algunos parques y comunidades de vecinos. Columpios de lo más peligrosos y completamente oxidados, donde era fácil que nos rajáramos y nos tuvieran que poner la inyección del tétanos.
Hoy en día no tiene nada que ver la seguridad de los parques infantiles.