Quién no se acuerda de esos largos viajes a la sierra por la carretera general con 8 ó 9 miembros de la familia montados a tropel unos encima de otros, sobre la caja de cambios, o el asiento de la madre, sin cinturón de seguridad ni nada parecido. O quién no hizo alguna vez el truco de calentar el termómetro en el radiador hasta hacerlo estallar para simular 40 de fiebre y evitar ir al colegio. O esa costumbre insana de quemar las nubes de goma para acentuar su sabor. ¡Ni idea de que eso fuese cancerígeno!
Os invitamos a repasar una lista, a partir de una hecha por los nostálgicos de Yo fui a EGB, que, sin duda, te hará revivir tiempos pasados.
1Dar una caladita a un cigarro
No solía ser tu padre ni tu madre quien te ponía en bandeja la caladita a un cigarrillo cuando apenas eras un niño que no levantabas ni dos palmos del suelo. Pero siempre había un primo o un tío enrollado en tu familia que, absolutamente a escondidas, te permitía catar ese placer tan maldito.
¿Os imagináis eso hoy en día? ¡Cuánto daño nos hicieron sin saberlo!
