Septiembre está a la vuelta de la esquina como aquel que dice y todavía está en el aire cómo será la vuelta al cole de los niños. En principio todos los colegios van a abrir sus puertas, pero según están los contagios del COVID en los últimos días, cabe la posibilidad de que se dé marcha atrás y se vuelva a las clases online.
SI nos ponemos en el peor de los casos, muchos padres tendrán que pedir trabajar desde casa ante la imposibilidad de poder dejar a sus hijos pequeños con alguien de confianza. Para esto habrá que reorganizarse y plantearse las jornadas de forma que tanto padres como hijos puedan rendir en sus respectivas tareas.
Desde Que.es os damos algunos consejos organizativos para que los pongáis en marcha en caso de que el próximo septiembre los centros educativos permanezcan cerrados.
1Adaptación de la jornada laboral
Según el artículo 34.8 del Estatuto de los Trabajadores, tenemos derecho a pedir una adaptación de jornada para la conciliación familiar. Este derecho permite que los horarios sean flexibles para poder ejercer nuestra labor de padres y a la vez de trabajadores siempre que tengamos a nuestro cargo hijos menores de 12 años.
En caso de que los centros permanezcan cerrados, algo que en pocos días sabremos definitivamente, tenemos que actuar con premura, ya que según la norma, hay 30 días para alcanzar un pacto entre empresario y trabajador con respecto a esta adaptación de la jornada laboral y en caso de que no hay acuerdo, la situación puede complicarse.
Así que en primer lugar y como opción prioritaria tendríamos que pensar en sacrificarnos nosotros en nuestra jornada para poder cuidar a nuestro hijo si finalmente se queda en casa.
