Así te cargas tu coche sin saberlo

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Cambiar de marcha bruscamente y apoyar la mano de forma constante en la palanca de cambios

Son dos hábitos de los más comunes y con los que más sufre un coche. Cuando mantienes la mano apoyada en la palanca de cambios se genera una presión sobre los mecanismos internos de la caja, provocando desgastes en sincronizadores y rodamientos. Manteniendo este vicio notarás con el paso de los años que las marchas no entran correctamente y que la palanca vibra.

También es muy común realizar el cambio de marchas con cierta brusquedad, lo que implica un desgaste importante de los piñones y los sincronizadores.