2Subir el coche a un bordillo
A veces los conductores no calculan bien las distancias al aparcar y se golpea violentamente la rueda contra un bordillo. Otras veces no hay más remedio que subir ligeramente el coche a la acera para no interrumpir el paso a otros vehículos. Lo que hace esto es deformar paulatinamente los flancos del neumático, lo que puede provocar fugas de aire, reventones o problemas en la llanta.
Si ya has tenido varios bordillazos revisa la presión de los neumáticos con frecuencia y si ves que está deformado, cámbialo. Evita subir a los bordillos, pero si no queda más remedio, nunca dejes la rueda subida a la mitad. Para hacerlo procura abordar el obstáculo lateralmente y a muy poca velocidad.