Los datos del coronavirus no invitan al optimismo. El virus sigue entre nosotros, y las precauciones siguen siendo necesarias. Esta semana han entrado en vigor las restricciones acordadas por Sanidad y las autonomías. Dichas medidas afectan sobre todo a la hostelería y al ocio nocturno. Este último queda clausurado hasta nueva orden. La hostelería, por su parte, deberá cerrar como máximo a la 1:00 de la madrugada, limitar aforo y garantizar la distancia mínima de seguridad.
Otra de las medidas adoptadas es la prohibición de fumar en la vía pública y en las terrazas si no es posible respetar la distancia de seguridad. Del mismo modo, Sanidad ha tomado una serie de disposiciones orientada a proteger las residencias de ancianos, duramente golpeadas por la enfermedad entre marzo y mayo. Las visitas de familiares quedan limitadas a una sola persona y una hora al día.
En el País Vasco, debido al alarmante aumento de casos, está en vigor desde el lunes el estado de emergencia sanitaria. Con esta medida, el gobierno vasco asume al mando único y adquiere así una mayor capacidad para aplicar restricciones.
Sin embargo, y pese a todo, estamos en verano. Y tras estos meses difíciles de confinamiento apetece esparcirse y disfrutar del aire libre. Pero, claro, conviene hacerlo minimizando riesgos. El Grupo de Trabajo COVID-19 y Comité de Enfermedades Infecciosas de la Asociación Médica de Texas ha elaborado un cuadro que clasifica las actividades según el riesgo de contagiarse que impliquen.
Siguiendo una serie de criterios (si la actividad es interior o exterior, tiempo de exposición, contacto y proximidad con terceros, posibilidad de cumplir las distancias de seguridad) las han repartido desde el 1 (riesgo mínimo) hasta el 9 (riesgo máximo). Esta clasificación se ha hecho teniendo en cuenta que se cumplen las medidas de seguridad, es decir, uso de mascarillas y desinfección de manos.
2Actividades de riesgo moderado-bajo (3-4)
Un poco más arriba en esta lista encontramos actividades como ir a comprar al supermercado. Al mismo nivel está salir a caminar, correr o andar en bicicleta en grupo. Es decir, que si tememos contagiarnos lo más seguro es hacer ejercicio solos o con nuestro grupo de convivencia estable.
Un punto más tiene otro grupo de actividades de riesgo moderado, pero un poco más elevado. Aquí incluyeron pernoctar dos noches en un hotel o esperar en la sala de una consulta médica.
La misma puntuación tienen visitar un museo, entrar en una biblioteca, comer en la terraza de un restaurante o pasear por una zona concurrida.