MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Exceltur ha modificado sus previsiones económicas para el año, elevando las pérdidas del sector turístico hasta los 98.753 millones de euros (antes 83.134 millones de euros) tras las sucesivas restricciones para viajar a España que están implantando algunos de los principales países emisores, como Alemania o Reino Unido.
En este panorama de caída de la demanda y de un posible cierre anticipado de la temporada, que la patronal considera «inusual y desolador», el sector turístico necesitará un «urgente y potente plan de ayudas a fondo perdido» para facilitar la supervivencia del tejido empresarial viable y su empleo.
Además, Exceltur resalta que la caída de la actividad turística supondría más de la mitad de la caída del 15,1% de toda la economía española en 2020 (el 57,5% del PIB nacional, según el escenario de mayor riesgo que anticipó el Banco de España en junio y en línea con el previsto por otras instituciones oficiales internacionales).
Asimismo, este nuevo escenario turístico previsto para el cierre del ejercicio actual, supondría una caída de 52.862 millones de euros de ingresos en divisas durante 2020 en comparación a las contabilizados en 2019.
Por trimestres, esta situación provocaría una caída de 36.638 millones de euros de actividad turística en el tercer trimestre y de 18.655 millones en el cuarto trimestre, que se sumarán a los 43.460 millones de euros acumulados hasta junio. Esos datos suponencaídas del 63,3% de actividad turística en el tercer trimestre y del 58,1% en el último trimestre de 2020.
Estos «devastadores resultados» sitúan al sector turístico como «el más dañado de todos los sectores de la economía» española al no haber podido producir, almacenar, ni vender sus servicios durante meses.
Por ello, Exceltur considera que la situación exige abordar un «urgente y muy potente plan» de medidas transversales del Gobierno de apoyo al sector para el salvamento de empresas turísticas viables a partir de septiembre, contando con una extensión de los ERTE hasta Semana Santa de 2021, sin reducir bonificaciones y con una dotación adecuada de fondos propios y de Bruselas, para asegurar la supervivencia empresarial y sostenimiento del empleo, hasta mínimo la primavera de 2021.
También aboga por intensificar una estrategia de gestión territorial para el seguimiento y control de la pandemia más coordinada poniendo todos los medios precisos y marco regulatorio común a nivel país, acompañado de una comunicación pública y privada más positiva y coordinada que evite mensajes equívocos o alarmismos infundados.
Además, solicita una iniciativa política en Bruselas para unificar los criterios sobre el coronavirus que regulen los movimientos de personas y flujos turísticos en toda la UE, recuperando los corredores turísticos y procurando la obligación de test en origen y destino que minimicen riesgos.