Cuando duermes desnudo tu nivel de estrés se reduce de forma notable y el nivel de ansiedad que esto te produce evita que quieras comer en momentos inadecuados y de forma excesiva. Además, el cuerpo comienza a quemar calorías cuando se va quedando frío. La regulación de la temperatura provoca también la activación de hormonas del metabolismo y las que controlan el apetito.
Por ello, al despertar habiendo dormido mal provoca la sensación de querer consumir alimentos altos en calorías.
6Genera confianza
Cuando una persona duerme desnuda su autoestima crece notablemente. La autoestima está vinculada a pequeños gestos como el desprenderse de la ropa o sentir las sábanas rozando tu cuerpo. Dormir sin ropa te hará sentir más sensual y mejor contigo mismo, además de generar más confianza con tu propio cuerpo.
Pero esta confianza no estará presente únicamente en la cama o al despertar, sino que el sentirse bien con el cuerpo de uno mismo hace que te tomes las cosas de una forma diferente y que la confianza se extrapole a otras facetas de tu vida.