Cuando duermes desnudo tu nivel de estrés se reduce de forma notable y el nivel de ansiedad que esto te produce evita que quieras comer en momentos inadecuados y de forma excesiva. Además, el cuerpo comienza a quemar calorías cuando se va quedando frío. La regulación de la temperatura provoca también la activación de hormonas del metabolismo y las que controlan el apetito.
Por ello, al despertar habiendo dormido mal provoca la sensación de querer consumir alimentos altos en calorías.
3Menos bacterias e infecciones
Dormir desnudo ayuda a prevenir el crecimiento de excesos de levadura y de bacterias. De hecho los ambientes más calurosos, como el que se produce debajo de mantas y sábanas, hace que las bacterias se multipliquen y, por tanto, crezca el riesgo de infecciones que producen éstas. Dormir sin ninguna prenda hará que tu cuerpo esté ventilado y fresco, además de ser más saludable para tus partes íntimas.
Es habitual dormir muy abrigado en invierno, pero pasar frío también tiene beneficios. En el caso de las mujeres es mejor que haya flujo de aire en la zona genital porque, a pesar de que es normal que las bacterias se desarrollen en ese área, que lo hagan en exceso no es bueno.
