A lo largo de toda la historia, la humanidad ha sufrido de enfermedades infecciosas. Es de esperar que ante tales enfermedades se realicen estrategias para evitar la propagación y es de ahí de donde surge el concepto de cordón sanitario.
¿A qué hace referencia el término cordón sanitario?
En sí mismo, cordón sanitario, hace referencia a las barreras que se colocan para evitar que una enfermedad infecciosa se propague. Actualmente, se utiliza también la expresión ‘cuarentena‘ que proviene del número de días (40) que era necesario mantener a los ciudadanos aislados para minimizar la peste bubónica en el siglo XIV. En concreto, lo que se pretende con un cordón sanitario es que los ciudadanos (dentro de una ciudad o una zona geográfica específica) no puedan moverse con libertad y así favorecer la prevención de la expansión de una enfermedad.
En otros casos, también se ha usado el término en el campo de la política. Especialmente para referirse a los intentos de prevenir que una ideología indeseada o peligrosa se expanda. Al fin y al cabo, las ideas de ciertos grupos de personas pueden ser dañinas para la sociedad. Y por lo tanto, se pueden considerar una enfermedad para los individuos dentro de la sociedad. Esto ocurrió con las políticas de George F. Kennan que las adoptó para contener a la Unión Soviética.
¿Cuándo se utiliza por primera vez el término cordón sanitario?
Aunque nos pueda parecer algo descabellado, los cordones sanitarios no siempre han sido empleados con el fin de paliar una enfermedad. A veces han tenido motivos políticos escondidos bajo el velo de la sanidad.
La primera vez que se utiliza el término cordon sanitaire fue por parte de los franceses en el año 1822 en relación con España. Los franceses utilizaron una supuesta fiebre amarilla en Barcelona para poder imponer un cordón sanitario. Este tenía como finalidad real la de evitar la propagación de la idea de una España constitucional. Posteriormente, los franceses transformaron ese cordón sanitario en un ‘cuerpo de observación’.Hasta que al final, lo convirtieron en un ejército de invasión que volvió a poner sobre el trono al absolutismo en España. Como podéis ver, al final se utiliza un cordón sanitario por el bien de la sociedad, pero realmente lo que se intenta realmente es conseguir ciertos propósitos políticos.
También ocurrió en el siglo XIX, por parte de los austriacos que colocaron un cordón sanitario que más que paliar una enfermedad era utilizado como amenaza a los Rusos que por aquel entonces protegían a los germanos. Otro muy famoso fue el cordón sanitario impuesto a la URSS por los países aledaños en la Primer Guerra Mundial. Estos tenían como objetivo mantener a Rusia en aislamiento, ya que acababa de imponer un régimen comunista.
¿Cómo se usó este término en la diplomacia?
Cordón sanitario ha sido usado a modo de metáfora a lo largo del siglo XX. En concreto, ha hecho referencia al conjunto de alianzas instituido por Francia después de la Primera Guerra Mundial en la Europa del momento para mantener a Alemania aislada al igual que a Rusia de Europa Occidental. El ‘cordón sanitario’ abarcaba desde Finlandia hasta los Balcanes. Esto lo hacían porque consideraban que Alemania y Rusia eran dos paises que estaban políticamente ‘enfermos’, por lo que no deseaban que propagase esas ideas al resto de Europa.
¿Cómo se usó este término en la política?
Como comentamos anteriormente, en el ámbito de la política se utiliza el concepto de ‘cordón sanitario’ al aislamiento de ideología que pueden ser indeseadas o peligrosas para el resto de la sociedad. Se utiliza en el marco político por primera vez en Bélgica al excluir al ultraderechista Vlaams Blok de las negociaciones del gobierno ya que su presencia podría captar nuevos adeptos y llevar al país a un estado de peligrosidad ideológica. Quizá os preguntéis que hasta qué punto se puede considerar una ideología peligrosa. Una ideología comienza a ser peligrosa cuando atenta contra los derechos de los seres humanos y aboga por la defensa del racismo, homofobia, xenofobia y cualquier otro odio irracional hacia ciertos individuos que no aportan ningún peligro a la sociedad.
El ultraderechista Vlaams Blok extendía el racismo y es por eso que el resto de partidos políticos belgas se comprometieron a excluir al partido. Negándose a formar un partido de coalición donde estuviera el partido de Blok. Este acuerdo se llamó ‘el cordón sanitario de Bélgica’. Algunos críticos indican que el ‘cordón sanitario’ es antidemocrático. Aunque como dijo Karl R. Popper «si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto con ellos, de la tolerancia«. ¿Esto que quiere decir? Muy sencillo: no se puede ser tolerante con aquellos que precisamente tienen como objetivo destruir la toleracia, por muy paradójico que suene. El tolerante debe serlo con todo menos con aquellos que tienen como objetivo destruirla llevándonos a una sociedad peligrosa y llena de prejuicios.
Por ejemplo, a nivel político en España se intentó realizar un cordón sanitario por parte de los partidos de izquierda en Andalucía para evitar el alzamiento del partido de extrema derecha de VOX, pero, sin éxito.
Pongamos un ejemplo
Quizá quede más claro si ponemos una metáfora. Si en una clase hay un niño muy bueno que tolera a todos sus compañeros, pero resulta que uno de ellos le hace bullying. Permitir que ese niño le haga bullying, por muy tolerante que sea con todos sus compañeros, está restando valor a su tolerancia. Ya que el niño que hace bullying está basando sus acciones en un odio irracional injustificado o en prejuicios que está atentando contra la salud y contra los derechos de otro ser humano. La agresividad nunca debe ser tolerada. El cordón sanitario en esta situación se realizaría por parte de la profesora y del resto de compañeros de clase. Optando por una postura contraria al bullying y haciendo que el niño con malas actuaciones se sintiese marginado en sus prácticas para que dejase de hacerlas.