¿Os imagináis una mezcla tétrica entre Stardew Valley y Harvest Moon? Esa es la oferta que nos presenta Lazy Bear Games el meternos dentro de un oscuro mundo similar a estos dos juegos pero aquí no seremos un granjero, vamos a ser el sepulturero de la villa. TinyBuild se encarga de distribuirlo y gracias a ellos hemos podido jugarlo y hacer este análisis.
La historia nos pone en la piel de un trabajador que en su camino de regreso a casa tiene un accidente y en vez de morir, es trasladado a un limbo en el que será el guardián del cementerio. Un cementerio que por otra parte no está en su esplendor y que está abandonado y nosotros seremos los encargados de arreglarlo y de levantar de nuevo tanto el camposanto como la iglesia que se encuentra pegada.
Así pues nos vemos inmersos en un juego típico de gestión pero original. Aquí no recibimos semillas para plantar, recibimos cadáveres para enterrar. Nos lo acerca un simpático burro parlante que nos dará divertidos diálogos. Con el cadáver en el suelo, empieza nuestro trabajo. Recogerlo y llevarlo a la morgue para hacerle la autopsia. Esta autopsia consiste en extraer una parte del cuerpo y posteriormente, cuando ya el difunto no contenga nada que nos pueda servir, darle santa sepultura en el terreno destinado a ello.
El cementerio debe estar presentable, arreglado e incluso decorado, ya que eso nos va a ir dando puntos y mejoras que nos harán continuar en la historia. Estos arreglos nos cuestan materiales que iremos recolectando en nuestros paseos a la aldea y a cualquier otro lugar. Nuestro objetivo es volver a la vida, volver con nuestra esposa y para eso tendremos que progresar en esta aldea medieval tan pintoresca.
Desde una calavera hasta un montón de NPCs con nombres divertidos, el humor (negro) no deja de aflorar en Graveyard Keeper. Bueno, con los órganos que hayamos conseguido de la autopsia podremos venderlos e intercambiarlos. También podremos cortar árboles, cavar, construir, sembrar un huerto… Todo esto nos aportará materiales para construir nuevos objetos pero también nos darán unos puntos de distintos colores que nos hará avanzar y mejorar en el juego y desbloquear mejoras de los árboles de tecnología del respectivo color.
Quizás lo que menos nos ha gustado es el esfuerzo que requiere elaborar cosas ya que a veces necesitamos ciertos planos para un objeto, estos planos son desbloqueables y tenemos unos y no otros y deberemos pasar algún tiempo en el juego para conseguir los puntos necesarios para obtener ese objeto y poder fabricar otro a su vez. Y es que tenemos una barra de resistencia que va reduciéndose a medida que hacemos trabajos. Aunque si que tenemos pócimas que nos devuelven este vigor, dormir será la mejor opción.
Aparte de trabajar, podremos luchar contra criaturas a golpe de espada o trabar amistades con los personajes de la aldea. Al fin y al cabo la base de este Graveyard Keeper es Stardew Valley y allí las interrelaciones eran un componente importante. Aquí los personajes nos irán dando misiones que al completarlas, aumentarán la afinidad. También el tiempo juega un factor determinante porque cada día habrá personajes nuevos que aparezcan y otros que no estén hasta una fecha en concreto y deberemos saber bien cuándo entablar relación con cada uno y cuando se acerca por el pueblo, en qué día.
Gráficamente sin duda el juego sigue la estela pixelada de los juegos de 32bits como los mencionados Stardew Valley o el Terraria. Pero a pesar del pixelado, que juega mucho a favor del juego, los personajes y escenarios están llenos de detalles y se nota que en este área el juego está muy mimado. También nos ha gustado la banda sonora con melodías que ambientan perfectamente sin darnos cuenta. El juego viene traducido en un buen español que incluye bromas que hacen gracia y expresiones muy nuestras.
Graveyard Keeper es la historia de un trabajador que tras un accidente es trasladado a un misterioso pueblo en el que será el guardián del cementerio. Deberá cavar tumbas, hacer autopsias, ser el prior de una iglesia, pero también entablar amistades, construir multitud de objetos y gestionar su propio cementerio. Una aventura que no os va a dejar indiferentes y que sin duda os recomendamos ya que tanto los desarrolladores Lazy Bear Games como TinyBuild han hecho una apuesta arriesgada pero segura que no va a defraudar.