Interrumpir los períodos sedentarios con pequeños intervalos de actividad tan cortos como un minuto puede prevenir la fragilidad en las personas mayores, según concluye una investigación liderada por científicos del Ciber de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (Ciberfes) publicada en la revista ‘The Journals of Gerontology Series A’.
Los resultados de este trabajo avalaron la utilidad de nuevas estrategias de intervención que pasan por fomentar la introducción de intervalos breves de actividad que rompan el tiempo que las personas mayores pasan sedentarias para prevenir la fragilidad, asociada habitualmente a mayor riesgo de discapacidad, hospitalización y mortalidad.
“Éste puede ser un enfoque más factible que otros que exigen cambios de conducta con actividades más intensas, y es menos desafiante para los adultos mayores inactivos, los cuales son considerados de mayor riesgo”, explicó el investigador del Ciberfes y primer autor del estudio, Asier Mañas.
Actividades simples como caminar a un ritmo moderado, sentarse y levantarse varias veces del sofá a modo de sentadillas, o subir y bajar escaleras contarían como un paréntesis en este tiempo sedentario.
Los resultados revelaron, además, que el número de rupturas de los períodos sedentarios pueden predecir la fragilidad futura en los mayores. En los más inactivos, el análisis de los datos confirmó que un mayor número de rupturas del tiempo sedentario al inicio del estudio se relacionó con niveles más bajos de fragilidad posterior.
(SERVIMEDIA)