Iglesias celebra el acuerdo «histórico y sin precedentes» de la UE y lo ve un «estímulo» para seguir con el programa de gobierno

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, celebró este martes el acuerdo alcanzado en el Consejo Europeo para movilizar el fondo de ayuda contra el coronavirus, describiendo que tiene un «alcance histórico y sin precedentes» y que su condicionalidad parcial «no sólo no impedirá que el Gobierno de coalición continúe aplicando su programa, sino que significará un enorme estímulo para continuar con las transformaciones» prefiguradas en él.

Iglesias publicó en su página de Facebook un largo análisis del acuerdo al que se llegó esta noche en Bruselas, que, aunque admite que «no va todo lo lejos que a algunos nos gustaría», sí lo hace «en una dirección diametralmente opuesta a lo que vimos en la última década», pues ahora «el conjunto de los países que componen la Unión se endeudará conjuntamente para financiar un estímulo fiscal de una dimensión muy importante», y «los eurobonos, que parecían inviables hace unos años, ahora son una realidad y servirán para afrontar esta crisis de forma distinta, sin recortes».

Respecto a la división del fondo en transferencias y créditos, Iglesias constata que «los fondos europeos que se repartirán en forma de subvenciones serán definitivamente 390.000 millones, en lugar de los 500.000 millones inicialmente propuestos», pero valora que, «a pesar de la reducción, es una cantidad muy importante», y que, además, los préstamos serán a «un tipo de interés muy bajo» y a amortizar hasta 2057.

En cuanto a la condicionalidad finalmente impuesta, el vicepresidente puntualiza que «se valorarán positivamente programas relacionados con la digitalización y la transición ecológica», y juzga que eso permite «hablar de una ‘condicionalidad blanda’, en contraposición a la ‘condicionalidad estricta’ que vimos en aquella crisis», la de 2008. Además, subraya que los programas que diseñe cada país al final «deberán ser aprobados por una mayoría cualificada de estados miembros, en lugar de por unanimidad», y así «se esquiva la capacidad de veto que exigían algunos países».

Iglesias celebra también que «al menos el 25% deberá destinarse a la inclusión social y la integración de personas migrantes; el 2% se destinará a combatir la pobreza material, y el 10% irá a la lucha contra el desempleo juvenil», y «evita además los recortes a la Política Agraria Común, que inicialmente se barajaron». Su única queja sería sobre la reducción de algunas partidas en el Marco Financiero Plurianual, no sobre el fondo anticoronavirus.

Acerca de éste último concluyó con «algo clave para España: el acuerdo alcanzado no solo no impedirá que el Gobierno de coalición continúe aplicando su programa, sino que significará un enorme estímulo para continuar con las transformaciones en clave de recuperación de derechos y reconstrucción de lo público que nos marcamos en el acuerdo de Gobierno».

En suma, «es un buen acuerdo para la UE y para España y es un balón de oxígeno para el proyecto europeo», si bien objetó que «queda un largo camino por recorrer para avanzar en una Unión Europea que garantice un marco institucional y de gobierno en el que se refuercen los procedimientos democráticos, así como una reforma del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para evitar una posible vuelta de la austeridad fiscal».

(SERVIMEDIA)