El frigorífico es considerado uno de los electrodomésticos estrella del verano. El riesgo de toxiinfecciones alimentarias por los microorganismos que habitan en algunos alimentos aumenta por las altas temperaturas en esta época. En numerosas ocasiones, la comida no se deja en el frigorífico en las condiciones adecuadas, y esto, puede comprometer la conservación óptima de los alimentos.
- No coloques alimentos frente a sensores, canales de aire ni ventiladores dentro del frigorífico. Es importante ordenar de una manera adecuada los productos, de forma que no obstruyan el paso del aire para evitar problemas de enfriamiento.
- No lo llenes demasiado. El sobrellenado puede causar problemas de temperatura, así como de circulación del aire, enfriamiento o incluso en el cierre de puertas. Si vamos a realizar una compra que requiere conservar alimentos en frío, lo ideal es hacer una planificación y determinar el espacio que ocuparán. De esta manera, consumimos solo lo que realmente necesitamos y evitamos que los productos se deterioren.
- Los alimentos, mejor en recipientes. Además de evitar olores, los recipientes ayudarán a preservar el alimento en su mejor estado y por más tiempo. En el caso de las frutas y verduras, tienen que respirar. Por ello, los cajones verduleros van muy bien. Beko dispone de cajones verduleros con la tecnología Everfresh+, que permite alargar la conservación de estos grupos de alimentos hasta 30 días.
- No juntes alimentos fríos y calientes. Deja que la comida caliente se enfríe a temperatura ambiente primero y si es posible, cambia la comida caliente a recipientes pequeños. Esto ayudará a que el enfriamiento dentro del frigorífico siempre sea más eficiente.
- Verifica la fecha de caducidad de los productos. Los productos que se encuentran en descomposición provocan malos olores y afectan al resto de alimentos dentro del frigorífico. Asimismo, no se puede consumir ningún alimento una vez pasada la fecha de caducidad, ya que puede suponer un riesgo para la salud.
Fuente: Beko