Ecologistas en Acción ha realizado un análisis de los 8.000 kilómetros aproximados de nuestras costas, tanto peninsulares como insulares, recorriendo las 10 comunidades autónomas costeras, más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
En su informe “Banderas Negras 2020”, continúan denunciando los casos más relevantes por motivos de contaminación y mala gestión ambiental. Dentro de ello, se han detectado afecciones por falta de depuración, especies invasoras, agravamiento de problemas de erosión de playas arenosas o proyectos de ampliaciones portuarias injustificadas, entre otras.
De esta manera, siguiendo con la tradicional clasificación iniciada en el año 2015, se otorgan un total de 48 Banderas Negras, dos por provincia. Pese a que solo se recogen dos ejemplos, desgraciadamente el listado en cada provincia no está exento de más afecciones.
Muchas de las playas analizadas ya obtuvieron este preciado galardón en 2019. Algunos ejemplos: la playa del Peñón y la Guardia (Salobreña, Granada), debido al impacto urbanístico; el sistema de saneamiento de Gijón (Asturias), debido a la falta de depuradora en la zona este de la ciudad; el proyecto del puerto de Fonsalía (Sta. Cruz de Tenerife, Canarias), por la amenaza de su construcción en una zona ZEC; la alúmina de Alcoa (Lugo) y Ence (Pontevedra), habituales estos 6 años, como grandes responsables de contaminación industrial; o el Mar Menor (Murcia), cuya situación sigue agravándose con el tiempo.
Paralelamente a las Banderas Negras, contextualizando con la campaña confederal de Ecologistas en Acción “Sin biodiversidad no hay vida”, las primeras páginas de este informe hacen un recorrido sobre la biodiversidad en nuestro entorno litoral, cada vez más amenazada. Además de mostrar la importancia de la biodiversidad de los entornos costeros, se describen una serie de amenazas antrópicas que han mermado y ponen en peligro actualmente a cientos de especies de nuestras costas.
Puede acceder al informe completo pinchando aquí.