El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, garantizó este domingo su reelección en el cargo con su cuarta mayoría absoluta consecutiva -igualando a su antecesor en el cargo Manuel Fraga- y los mismos escaños que en los comicios de 2016, mientras que el BNG sobrepasó al PSdeG como segunda fuerza política con un espectacular ascenso de 13 escaños vampirizando los 14 que sacó la marca de Podemos en 2016.
Al 99,96% del voto escrutado, la candidatura del PP aparecía respaldada por un 48% del electorado, medio punto más que en 2016, que se tradujo en los mismos 41 escaños de los anteriores comicios, después de ceder uno al PSdeG en el último suspiro del recuento. Así, dejando sólo 34 para el resto de partidos, Feijóo encadenó su cuarta mayoría absoluta, con lo que igualó al ya difunto Manuel Fraga.
El BNG, encabezado por Ana Pontón, multiplicó casi por tres los votos que logró la formación en 2016, de 119.000 a más de 310.000, lo que supuso 15 puntos porcentuales y 13 escaños más, hasta un 23,8% y 19 asientos en el Parlamento. Esto le permitió erigirse en líder de la oposición rebasando al PSdeG de Gonzalo Caballero, una sorpresa que no previeron las encuestas.
Caballero mejoró en 1,5 puntos porcentuales su resultado de 2016, hasta el 19,4%, lo que, con el que arrebató en el último momento al PP, se tradujo en 15 escaños, uno más que en 2016. Unas cifras que ya habría querido para sí Galicia en Común, la marca de Unidas Podemos en la región, que sacó esos mismos 14 hace cuatro años pero esta noche perdió todos sus representantes en una debacle total.
En 2016, el espacio electoral de Unidas Podemos se presentó bajo la marca En Marea y aglutinaba a Podemos, IU, Anova y la propia En Marea. Obtuvo 271.000 votos, un 19% del total, y fue la segunda fuerza más votada. A las elecciones de hoy, concurrieron por un lado Podemos, Anova y las Mareas, bajo el nombre de Galicia en Común, y por otro la mencionada En Marea, ya desgajada en anteriores citas electorales.
DEBACLE DE PODEMOS
Galicia en Común se quedó en poco más de 51.000 votos, por debajo del 4% del total, y En Marea en 2.862, un 0,2% y por detrás de Vox (2%), Ciudadanos (0,7%) e incluso el Pacma (0,5%). Ninguna de estas fuerzas políticas tendrá representación en el nuevo Parlamento gallego que quedará limitado a un PP con mayoría absoluta y una oposición formada sólo por el BNG y el PSdeG.
En conjunto, a pesar del hipotético temor que podían suscitar los rebrotes de coronavirus en el electorado, la participación se incrementó cinco puntos porcentuales respecto a las elecciones de 2016, de 53,6% a 58,8%, aunque en las tres comarcas de La Mariña de Lugo, donde se concentró el rebrote, sí descendió entre cinco y ocho puntos la afluencia de votantes a las urnas. En todo caso, el presidente no pagó allí tampoco su gestión del coronavirus, pues obtuvo en las urnas de este territorio un apoyo idéntico al del conjunto de la región.
La nueva mayoría absoluta cosechada por Núñez Feijóo; el hecho de que dejara sin escaños a sus competidores en el espectro de centro-derecha del electorado, Ciudadanos y Vox, y el contraste de su éxito con el fracaso del candidato del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, invita a especular con un refuerzo de su figura, su estrategia o su talante dentro del partido.
Para acallar las conjeturas, el presidente gallego se acordó en su comparecencia de dar las gracias al Partido Popular y aclaró que, al hacerlo, se refería también a su presidente, Pablo Casado, a quien agradeció la confianza que depositó en él. También prometió que no iba a fallar a los gallegos, frente a quienes sospechan que pronto dará el salto a la política nacional.
(SERVIMEDIA)