Los 19 ministros de Finanzas de la zona euro decantarán hoy la presidencia del Eurogrupo para los próximos dos años y medio entre la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, el titular luxemburgués, Pierre Gramegna, y el irlandés Paschal Donohoe.
La reunión arranca a las 15.00 horas, pero la votación para elegir al sucesor del portugués Mário Centeno no se resolverá hasta el final del encuentro y, por vez primera, tendrá lugar de forma telemática.
Durante su encuentro de ayer con el primer ministro italiano Giuseppe Conte, Sánchez se mostró “razonablemente optimista” de lograr la presidencia del Eurogrupo, sin querer desvelar los apoyos con los que cuenta Calviño porque dijo que prefería “trabajar entre bambalinas” a fin de lograr un “importante puesto” para España.
Para la designación se necesitan diez votos y gran parte de los países han mantenido el sigilo sobre su intención de voto, aunque Calviño llega con el respaldo público de Alemania, Italia y Portugal.
«No es un secreto que Nadia Calviño es una candidatura que cuenta también con el respaldo del Gobierno alemán», desveló Angela Merkel al poco de conocerse que aspiraba al cargo, mientras que Conte confirmaba ayer su respaldo desde La Moncloa, destacando que es una candidatura «muy sólida», con el «valor añadido» de ser una mujer.
Con similares palabras apuntaba su voto el ministro portugués, António Costa, quien dijo que valora sus cualidades y experiencia. También avaló su respaldo resaltando que ambos gobiernos comparten los restos de la Unión Económica y Monetaria (UEM), además de ser tradición que Portugal y España se brinden apoyo recíproco en candidaturas internacionales. En algunos medios se da también por seguro el apoyo de países como Grecia o Finlandia.
La trayectoria profesional es precisamente uno de los puntos fuertes de la vicepresidenta económica, al ser gran conocedora de las instituciones en la Unión Europea donde ha ocupado diferentes cargos relevantes y al estar habituada a lidiar con distintas sensibilidades e intereses para alcanzar acuerdos. Fue uno de los argumentos expuestos en defensa de su candidatura por Calviño en su carta de motivación. Otro factor puesto de relieve en distintos foros es que sería la primera mujer en presidir un Eurogrupo que antes lideraron el luxemburgués Jean-Claude Juncker, el holandés Jeroen Dijsselbloem y el portugués Mário Centeno.
La tradición dentro del Eurogrupo es buscar el consenso en la figura elegida. Si ninguno de los tres candidatos alcanzase los diez votos necesarios, lo esperable es que se retire aquel con menos apoyos y haya un segundo voto con los dos finalistas. El que logre mayor respaldo sería confirmado después por mutuo acuerdo.
La agenda de la reunión y el complejo proceso de votación podría demorar el resultado final hacia las seis de la tarde. Quien salga elegido asumirá el cargo el lunes de la próxima semana, día 13 de julio y hasta el año 2022, cuando casi todos los servicios de estudios creen que las economías pueden haber recuperado lo perdido durante la crisis.
El nuevo liderazgo del Eurogrupo encara, por tanto, una de las etapas más desafiantes con la contracción global de las economías por culpa de la pandemia y en un momento en el que Europa ha decidido actuar con una rapidez y contundencia inédita.
Sobre el tapete hay ya aprobado un triple escudo de seguridad para familias, trabajadores y empresas: el Sure, el respaldo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el mecanismo precautorio del MEDE por valor de 540.000 millones de euros, y Bruselas ultima un fondo de reconstrucción de 750.000 millones para ayudar en la reactivación de las economías.
(SERVIMEDIA)