El Gobierno de España ha puesto en marcha este 29 de junio en la localidad de San Sebastián de la Gomera una prueba piloto que servirá para valorar su nueva aplicación móvil ‘Radar Covid’ que estudia la propagación del coronavirus en nuestro país.
Para ello ha elegido la isla canaria de La Gomera, una zona de las zonas de España menos castigadas por la pandemia.
Se calcula que unas 3.000 personas se descargarán la aplicación entre las que se introducirían 300 casos simulados de contagio. De esta manera, se podrá poner a prueba su experiencia de uso para validar que es comprensible y manejable para la ciudadanía.
También se comprobará su funcionamiento a través de identificadores ficticios, con positivos y negativos generados, de forma que se pueda comprobar cómo funciona el sistema de notificaciones ajustando su umbral operativo para evitar que haya distorsiones en un futuro escenario rea, informan desde RTVE.
La herramienta ha sido lanzada por el el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a través de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, y en coordinación con el Servicio Canario de la Salud.
Su implantación en el resto de España dependerá de su éxito en La Gomera, aunque la decisión la tomará cada comunidad autónoma, puesto que el objetivo final es integrar la aplicación en los diferentes sistemas sanitarios que dependen de cada una de ellas.
El estudio se dividirá en tres fases. La primeras, el arranque, que comenzó el 29 de junio, consistirña en una campaña de comunicación, sensibilización y formación a escala local; monitorización, a partir del 6 de julio con simulación de contagios y seguimiento; y post-piloto, a partir del 20 de julio. Esta fase inicial se desplegará la campaña a través de medios de comunicación e instituciones. Esta afectará también a navieras y aerolíneas que operan entre islas, para llegar a la población foránea que se desplace a ella.
Asimismo, se contempla la formación de promotores, tanto presenciales como telefónicos, que se encargarán de captar y asistir en la instalación de la app a quienes lo soliciten. Los voluntarios iniciales recibirán correos informativos en el que se les explicará cómo funciona el piloto.
En la fase intermedia, la de monitorización, se procederá a la introducción de positivos simulados. A partir de un positivo inicial, se simularán tres oleadas consecutivas durante los días 10, 13 y 17 de julio. En todo momento habrá un seguimiento diario de los indicadores recabados que permitan analizar la evolución de la prueba y detectar hitos relevantes.
La última fase, la denominada «post-piloto», se llevará a cabo a partir del 20 de julio, y su principal misión será medir cuántas personas han descargado finalmente la aplicación y cuántos de ellos la mantuvieron después activa. Igualmente, se valorará la eficacia de la herramienta, y aspectos clave como cuántos positivos finalmente se comunicaron.
Intercambio de datos de forma anónima
La prueba es un proyecto tecnológico y social basado en la colaboración ciudadana. Funcionará tanto en el sistema operativo Android como en iOS, y se basará en la tecnología Bluetooth, que permitirá que dos usuarios intercambien datos de manera anónima, mediante sus teléfonos móviles, cuando estén a menos de dos metros de distancia durante al menos quince minutos.
Los terminales captarán un código encriptado, una identificación efímera que cambia constantemente. En caso de que uno de los dos usuarios dé positivo por coronavirus con posterioridad, tiene la posibilidad de introducir el resultado en su aplicación y esta informará siempre de forma anónima a las personas con las que haya tenido contacto.
La aplicación empleará el protocolo DP-3T (Rastreo de Proximidad Descentralizado para preservar la privacidad), que está integrado con el sistema de Apple y Google y en principio es el más garante con los derechos de los usuarios. En esta línea, no utilizará geoposicionamiento GPS, ya que esta función la cumplirá el propio Bluetooth, que mediante un nuevo protocolo se utilizará por primera vez para medir distancias. La principal dificultad ha residido en la calibración de distancias mediante esta tecnología, algo para lo que también servirá la prueba piloto desarrollada en La Gomera.