El Gobierno logró este jueves el respaldo mayoritario del Congreso a la convalidación del real decreto ley que regula la llamada ‘nueva normalidad’ y se mostró abierto a incorporar las aportaciones de los partidos, pero reclamó urgencia para poder tener un “marco” ante posibles rebrotes de la pandemia.
Así lo trasladó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la defensa del decreto para su convalidación en el Congreso, que salió adelante por 265 votos a favor, 77 en contra y 5 abstenciones. Además, se dio el visto bueno a su tramitación como proyecto de ley por la vía de urgencia.
Illa subió a la tribuna de la Cámara Baja arropado por un aplauso cerrado de diputados socialistas y de Unidas Podemos. De hecho, el titular de Sanidad recibió el reconocimiento a su gestión por parte de varios partidos, incluso de algunos que no apoyaban la normativa, que admitían el trabajo realizado durante los duros meses de la pandemia. Como hizo el “villano” Joan Baldoví (Compromís) quien reconoció el trabajo de Illa durante la explicación a su viraje a la “abstención” tras varias negativas a medidas del Gobierno por la pandemia.
En esta línea, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurúa dio las «gracias»directamente a Illa y su equipo por el trabajo de estas semanas. “Ha comparecido cada semana, semanas no fáciles, pero nos ha escuchado y atendido». “No era fácil y creo que usted ha estado a la altura de este momento, y se lo agradezco», trasladó por su parte Jaume Asens, portavoz de Unidas Podemos.
En cuanto al decreto a convalidar, Illa admitió que el Ejecutivo “contempla” que se tramite esta norma como proyecto de ley, para que los grupos parlamentario puedan aportar medidas, pero pidió que se haga “de la forma más ágil y urgente posible” para disponer de un “marco” para afrontar “los posibles brotes”.
“Es necesario seguir trabajando” para evitar contagios y “hacer frente al virus más allá del estado de alarma”, señaló Illa. En la situación vigente, el titular de Sanidad consideró que la ciudadanía “merece y espera un amplio acuerdo” de los partidos, porque este decreto es un “instrumento necesario para para seguir manteniendo el virus bajo control”.
En el turno en contra de la medida sólo intervino Vox y su portavoz de Sanidad, Juan Luis Steegmann, denunció la “propaganda política” de la norma que, dijo, no es más que una “defensa de la negligente acción del Gobierno”.
Si bien, el Gobierno recibirá el voto negativo de los diputados de EH Bildu y de ERC por su acuerdo con Ciudadanos. Desde ERC, Xavier Eritja defendió que la norma es un “nuevo limbo” en el que Illa “parece seguir intentando” continuar como ‘máxima autoridad’ como ha sido durante el estado de alarma. Precisamente, denunció que el estado autonómico ha estado “suspendido” durante los meses en vigor del estado de alarma del que no hay “alternativa” en el decreto convalidado.
La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, explicó que en los continuos apoyos a las prórrogas de alarma avisó de que debían “dejar de mirar a la derecha” y “apuntalarse la mayoría progresista”.
Pero como han continuado con la “aventura” de pactar con el “ala naranja del trío de Colón”, Aizpura confirmó que “la paciencia y la comprensión tienen un límite” y “por ahí” no hay recorrido para “el camino progresista”, por lo que votarán no a la convalidación del decreto, posición que defendió que no se puede enmarcar en el contexto electoral del País Vasco.
CRÍTICA CONSTRUCTIVA
Desde el Partido Popular, la exministra de Sanidad Ana Pastor reclamó una “reflexión profunda” sobre la tragedia que se ha cobrado “más de 40.000” vidas a las que, dijo, la mejor forma de “honrar su memoria” es “reconocer a todas y cada una” de las personas fallecidas.
Pastor, quien agradeció el “trabajo” realizado por Illa y por los técnicos del Ministerio, sostuvo que “no ha sido por mala fe”, pero que “en buena parte no han acertado” con las medidas para afrontar la pandemia. “Una parte se podía haber evitado”, insistió.
Pese a que “las consecuencias de esta errada gestión han sido dramáticas”, Pastor trasladó que los populares convalidarán el decreto, y como ve que la situación “no es un tema de competencias, sino de salud pública” pidió que “doten” de una vez al Ministerio de Sanidad “para una verdadera política nacional” tras reprochar a Illa que ahora se “quita de en medio” y deja la gestión sólo a las comunidades autónomas.
Además, Pastor avisó al Ejecutivo de que no se fíe de sus acuerdos con Ciudadanos de manera indirecta cuando sostuvo que el real decreto es “exiguo” aunque “algunos digan que lo han peinado”, porque los de Cs dicen “un día una cosa, y al día siguiente la contraria, soy una experta en eso”.
Desde Ciudadanos, el portavoz Edmundo Bal criticó la actuación vivida en el Hemiciclo durante algunos episodios de la pandemia mientras “la gente se moría”. Por eso, defendió la oposición útil de su formación centrándose en medidas.
Así, señaló que apoyarán la convalidación para “votar en favor” del real decreto ley en el que se han incluido “muchas mejoras técnicas” por la negociación con el Ejecutivo, “con el único objeto de poder combatir los rebrotes” porque, sostuvo, es la “unidad” que están pidiendo los ciudadanos.
La mayoría de los grupos minoritarios se sumaron a la convalidación de este decreto que regula la obligatoriedad del uso de mascarillas y de mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros para evitar contagios y que estará en vigor hasta que el Gobierno, previo contactos con las comunidades, «declare motivadamente» el final de la crisis sanitaria por el coronavirus.
(SERVIMEDIA)