La ministra de Igualdad, Irene Montero, justificó este martes su denuncia contra la concejala de Galapagar elegida en las listas de Vox Cristina Gómez Carva, ahora en trámite de expulsión del partido, por el hecho de que ésta se haya manifestado ante su domicilio particular todos los días, no de forma puntual, y no para expresar opiniones o reivindicaciones políticas sino, según sus propias palabras, para que deje su casa y se marche a Venezuela.
Lo hizo en una entrevista en TVE recogida por Servimedia en la que defendió que los escraches están reconocidos por la justicia como una forma legítima de protesta, pero llamó a “distinguir lo que es la protesta política” de su utilización para “enmascarar el acoso, el odio y la rabia de un militante”, lo cual “no forma parte del derecho de manifestación”. Desveló además que la denuncia la ha puesto ella en persona, sin el concurso de su pareja y vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias.
“Me he decidido (a presentar la denuncia) porque ella misma explica y difunde en las redes sociales que viene diariamente a mi casa desde hace más de un mes, no porque tenga una reivindicación o u na opinión política, sino porque quiere echarme de mi casa y no parará hasta que me vaya mi casa rumbo a Venezuela. Creo que puede ser constitutivo de delito y así lo he puesto en conocimiento de la justicia”, detalló, citando los propios mensajes de Gómez, a quien Vox anunció que ha abierto un expediente de expulsión.
Montero, que agradeció la labor de los agentes de la Guardia Civil que protegen su domicilio, enmarcó la actitud de Gómez Carva en el “escenario de confrontación que interesa a la extrema derecha”, y lo argumentó señalando que “la inmensa mayoría” de los concentrados no son ni siquiera vecinos de la zona, sino que acuden de lejos porque “son militantes de extrema derecha que quieren crear ese clima en España”.
(SERVIMEDIA)