El Gobierno de Pedro Sánchez descartó con rotundidad este martes decretar un nuevo estado de alarma en España a “corto o medio plazo” como respuesta a los nuevos brotes de contagios por Covid-19 que están apareciendo en algunas provincias tras la finalización de las medidas excepcionales que durante más de tres meses han impedido la movilidad entre diferentes territorios del país.
La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue tajante en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros al afirmar que “no tenemos en mente la aprobación del estado de alarma” en próximas fechas por la aparición de nuevos brotes de la enfermedad, ya que considera que las comunidades autónomas tienen capacidad suficiente para adoptar medidas que frenen la pandemia.
“El Gobierno no está estudiando ni en el corto ni en el largo plazo volver a decretar el estado de alarma”. “En este momento, la pandemia está controlada”, sentenció ante lo que considera una “evolución” propia del momento actual de desescalada. “Asistimos a un número menor de contagios y ante la aparición, que nunca se ha descartado, de brotes esporádicos existen los instrumentos necesarios para acotarlos, limitarlos y que no haya transmisión del virus”.
Montero explicó que las comunidades autónomas tienen competencias a su alcance para, por ejemplo, limitar los negocios nocturnos, reducir los aforos en determinados lugares e incluso acotar la presencia de personas en terrazas y locales de ocio o comercio.
Además, achacó la detección de nuevos brotes a que durante el proceso de desescalada se ha cedido el control de la pandemia al sistema de la Atención Primaria, sobre el que comentó que ahora se encuentra “con una musculatura fuerte para detectar aquellos casos sospechosos”, así como para dar con las personas convivientes de los afectados y poder ordenarles medidas de cuarentena.
Montero reiteró que desde el Ejecutivo nacional “no tenemos en mente la aprobación de un estado de alarma” como el que decretó el pasado 14 de marzo y que ha estado vigente durante 99 días hasta el pasado sábado. “Ahora mismo, hoy, en el corto plazo, en un medio plazo, los indicadores no permiten vislumbrar que vaya a ser necesario activar ningún ordenamiento para limitar la movilidad de nuestros compatriotas”, adujo.
La portavoz gubernamental deseó que “ojalá esta situación nunca se dé” otra vez porque supondría que España está cumpliendo los indicadores sanitarios. De momento, dijo estar en condiciones de poder enviar un mensaje de “esperanza” a los ciudadanos porque están “trabajando bien” y “están teniendo un comportamiento muy razonable” respetando en la mayoría de los casos la distancia de seguridad, el uso de mascarillas y el lavado de manos.
Manifestó que, de momento, “no hay nada que temer” pero también fue contundente y “clara” a la hora de advertir de que, “si en algún momento los indicadores sanitarios no son los que tenemos encima de la mesa y tenemos la necesidad, el Gobierno utilizaría todos los mecanismos que tengamos hasta la fecha” para volver a limitar los movimientos en el caso de que “la necesidad sanitaria del país cambiara drásticamente”.
Montero precisó que esa “expectativa” no está sobre la mesa en este momento y confió en que sean suficientes las medidas que pueden adoptar las comunidades. En este sentido, apuntó que si las regiones tienen alguna duda sobre la capacidad de restringir movimientos, como ha apuntado el Gobierno de Aragón, pueden hablarlo con el Ministerio de Sanidad porque el departamento que dirige Salvador Illa mantiene un “contacto permanente y continuo” con las consejerías autonómicas.
La portavoz del Gobierno y ministra precisó que “la legislación vigente permite limitar la movilidad para grupos reducidos en entornos reducidos”, como sucedió en la localidad catalana de Igualdad antes del estado de alarma nacional.
(SERVIMEDIA)