La Policía de Viena ha sancionado a un ciudadano austriaco con una multa de 500 euros por soltar a propósito «una ventosidad» durante un control policial.
«Ha violado la decencia pública al emitir una flatulencia ante agentes de la policía», escribieron los patrulleros en su informe. «Fue una provocación», señalaron.
Según el mismo, el sancionado actuó de manera «totalmente deliberada» «Por supuesto que nadie es multado si se le escapa una flatulencia. Pero el denunciado se comportó durante todo el procedimiento de forma provocadora y poco cooperativa», explicó la policía.
«Cuando los agentes le pidieron su identificación, se levantó del banco donde estaba sentado, miró a los agentes y de forma totalmente deliberada emitió una ventosidad ante ellos», agregó la policía vienesa.
«A nuestros compañeros no les hace gracia que les echen un ‘pedo’ encima», concluyó.