Según CERMI Mujeres, también se da esta dinámica en el cuidado de personas mayores o personas en situación de dependencia. Varias mujeres explican su experiencia.
Si hace unas semanas, la Fundación CERMI Mujeres puso el foco sobre el impacto de la crisis sanitaria sobre las mujeres y niñas con discapacidad, esta entidad ha advertido ahora de que la pandemia de coronavirus «ha evidenciado, más que nunca, que los cuidados de personas con discapacidad, mayores o en situación de dependencia recaen de manera desproporcionada en las mujeres».
Así lo ha señalado la vicepresidenta ejecutiva de la entidad, Ana Peláez, quien ha reconocido el trabajo de las madres y cuidadoras, tanto en el ámbito familiar como desde lo profesional, al tiempo que ha recordado que «muchas mujeres con discapacidad se ocupan de estas labores en su entorno».
En su opinión, «muchas cuidadoras y madres son las que están ocupándose del cuidado de personas contagiadas de COVID-19, tanto a nivel doméstico como profesional, pues la mayoría de trabajadores sanitarios son mujeres».
Al respecto, en el marco de la iniciativa «No estás sola», la secretaria general de FIAPAS, Mercedes Ramón, mujer sorda, ha dicho que la pandemia le ha afectado a nivel personal, «pero una debe reinventarse».
Mientras, para la presidenta de ASPACE, Manuela Muro, «una vez más, creo que ha sido la mujer la que ha vuelto a tirar del carro». También ha puesto en valor a las «mujeres que atienden al movimiento asociativo de la discapacidad, pues tres de cada cuatro profesionales del sector son mujeres, aunque se han empezado a incorporar ya hombres».
«Luchar por mi hijo»
Por su parte, la presidenta de la Federación Autismo Castilla-La Mancha, Cristina Gómez, madre de un joven con autismo, ha subrayado que siempre ha tratado de «luchar» por la igualdad de derechos de las personas con TEA. «Ahora por la pandemia, pero en realidad como antes, no me queda otra que luchar por mi hijo y compaginar todas las tareas de la vida con los cuidados», ha relatado.
«Con esta crisis se está retrocediendo muy rápido en lo avanzado, como ya vimos en la crisis de 2008, aunque estoy segura de que entre todos seremos capaces de detener este tsunami», ha aventurado Cristina Gómez.
Desde Latinoamérica, la presidenta de la Asociación de Mujeres Ciegas de El Salvador (AMUCES), Verónica Rivas, ha declarado que «esta pandemia nos ha sobrepasado a todos», pero «nos ha ayudado para solidificar los lazos en la familia». También ha defendido que «es fundamental intercambiar los roles dentro del hogar, saber encontrar momentos para el ocio en la familia y reservar tiempo para nosotras, porque no somos Cenicientas».
Madre con discapacidad
Por su parte, la profesora Nuria Parancalejo, de AFANIAS, ha explicado que ella es madre con discapacidad y pensó al comienzo del confinamiento «que no sería capaz de afrontar todos los cuidados y que lo llevaría peor», pero ha celebrado que «está siendo perfectamente capaz».
En este contexto, Tania Cruz de la Fe, profesional de cuidados para personas con autismo, ha lamentado la falta de recursos de muchas personas mayores que están teniendo que cuidar de familiares con discapacidad, «sin ningún apoyo». Además, ha mostrado su preocupación por los casos en los que se tienen que seguir tratamientos médicos en los hogares.
Otro testimonio ha sido el de la directora de la Fundación de Daño Cerebral Adquirido Ateneu Castelló, Amalia Diéguez, quien ha avisado de que las mujeres con daño cerebral perciben que sufren más dificultades que los hombres con esta discapacidad.