Un pescador canadiense que estaba faenando con su barco en las costas de la Isla Del Príncipe Eduardo, una de las provincias marítimas orientales de Canadá, atrapó en sus redes un ancla que podría datar de más de 100 años de antigüedad.
Matt Wall partió la semana pasada del puerto de Malpeque a bordo de su embarcación para pescar langostas. Cuando recogió las redes para comprobar sus capturas, notó que algo tiraba de ellas con más fuerza de lo normal.
Tras percatarse de que en una de sus redes se había enganchado un ancla de considerables dimensiones, los marineros intentaron subirla a bordo, pero su peso rompió la malla y se hundió de nuevo en las profundidades.
El pasado sábado, Wall y su equipo regresaron al lugar, cuyas coordenadas habían marcado en el GPS, para intentar rescatrar de nuevo el objeto del mar. El pescador tuvo éxito y pudo remontar el ancla hasta el puerto. Se calcula que pudo forjarse en el siglo XIX y perteneció a un galeón.
«El metal en sí, está hecho en capas. No es liso como lo sería un ancla más moderna. Y solo por su tamaño, ningún barco actual está usando un ancla de estas características», comentó Wall a la ‘CBC News’ .