Sobre las patologías que asocian problemas respiratorios o las que están tratadas con fármacos inmunosupresores, según la SEN. Enfermedades como la miastenia gravis, afecta a unas 15.000 personas en España.
La Miastenia Gravis es una enfermedad neurológica autoinmune que afecta a la transmisión nerviosa causando debilidad y fatiga muscular. Se trata de una enfermedad crónica que con los tratamientos inmunosupresores e inmunomoduladores actuales puede controlarse, pero existe un porcentaje de pacientes (entre el 10-20%) que presentan una miastenia refractaria, y, a pesar de los tratamientos disponibles, no consiguen alcanzar una mejoría de su enfermedad, sufriendo frecuentes recaídas y una importante repercusión en su vida diaria.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), esta enfermedad afecta a unas 15.000 personas en España. Pacientes de todas las edades pueden padecer miastenia gravis, incluso niños y adolescentes, aunque principalmente se da con una mayor frecuenta en mujeres que rondan los 40 años y en hombres mayores de 65. No obstante, en España, se ha observado un aumento de la incidencia de la miastenia gravis de aparición tardía, y casi el 60% de los nuevos casos que se detectan cada año en nuestro país se dan en personas de edad avanzada, frente a menos del 50% que supone en otros países de nuestro entorno.
También según datos de la SEN, cada año se diagnostican en España unos 700 nuevos casos de esta enfermedad y si bien el 60% ellos se diagnostican durante el primer año de experimentar los primeros síntomas, aún existe cierto retraso diagnóstico, que en algunos casos puede ser superior a los 3 años. Este retraso en el diagnostico se suele dar sobre todo en pacientes de edad avanzada, donde los síntomas típicos de la enfermedad pueden ser erróneamente achacados a otras dolencias previas o al envejecimiento en sí, pero también en los casos que se dan en menores de 15 años, ya que solo un 10-20% de los casos debutan en la edad infantil y juvenil y por su poca incidencia puede pasar desapercibida en sus manifestaciones iniciales.
Población de riesgo
En este contexto, aunque actualmente no se dispone de suficiente información sobre la virulencia de la enfermedad en pacientes con enfermedades neuromusculares, como la miastenia, la Sociedad Española de Neurología estima que, en general, los pacientes con enfermedades neuromusculares se deben considerar población de riesgo, sobre todo aquellos que asocian problemas respiratorios o los que están tratados con fármacos inmunosupresores.
Según esta institución, «en los pacientes con enfermedades neuromusculares es clave la prevención. Se debe potenciar el autocuidado y protección a la exposición al virus. Respecto a las visitas programadas en el hospital, será el profesional sanitario el que le indique si debe acudir al centro o se realizará visita telefónica. En caso de acudir a la visita, debe hacerlo con mascarilla».