La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticó este martes la “madrileñofobia» que se podría estar generando en otras regiones ante el temor de que el desplazamiento entre comunidades provoque nuevos rebrotes de coronavirus.
En una entrevista en la Cope recogida por Servimedia dijo que «me duele el tema de la madrileñofobia” que “en algunos casos viene de dirigentes que tienen miedo al contagio, pero los madrileños se han quedado en casa y hemos contenido entre todos este virus”.
Tras considerar que “Madrid es ahora una población que ha aprendido especialmente del Covid”, afirmó que “los madrileños somos España. Somos una región solidaria, plural y nunca hemos distinguido por la procedencia”.
“De repente, esos mensajes del terruño me ofenden porque los madrileños no se han movido aún de la Comunidad y hay rebrotes”, manifestó Ayuso, quien destacó que “el virus no distingue sobre procedencias».
Por otro lado, consideró que se siente víctima de «una campaña» de PSOE y Unidas Podemos que “nace antes de la pandemia pero que ahora se ha agudizado”.
«Están intentando trasladar a muchas familias que la muerte de su ser querido se podría haber evitado y no es verdad”, dijo Ayuso, quien explicó que “en febrero y en marzo nadie hizo nada, y es una autocrítica que me hago yo y que debería hacerse todo el mundo”.
Recordó que “cuando nosotros decretamos el cierre de los colegios, al igual que cerramos días antes los centros de mayores, lo hicimos porque el número de contagios era enorme e íbamos a tener las UCI llenas».
Indicó que la Comunidad de Madrid «peleó por cada vida» y afirmó que «la vida de una persona de 25 años no ha valido más que la de alguien de 80.
También se refirió al polémico protocolo que señalaba qué ancianos de residencias debían ser hospitalizados y cuáles no y apuntó que la decisión «nunca fue política sino profesional», en base a los criterios de médicos y geriatras.
A su juicio, «ellos decidían si se trasladaba a un paciente al hospital o se quedaban en una residencia, que era su casa”.
Asimismo, relató que en la crisis sanitaria se efectuaron 10.700 derivaciones de residencias a hospitales y la mitad de los ingresados totales en centros sanitarios tenían más de 70 años.
También se refirió a las críticas del consejero de Políticas Sociales, Igualdad, Familias y Natalidad de la Comunidad de Madrid, Alberto Reyero, al responsable de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, por el polémico protocolo, y afirmó que «cada consejero debe hablar de su gestión».
Respecto a la comisión de investigación interna sobre lo sucedido en las residencias de mayores, anunciada por ella «para conocer muchas de las decisiones que se tomaron por aquellas fechas», dijo que «es mi obligación buscar todo tipo de explicaciones para asegurarme 100% que se ha hecho lo correcto, de lo que estoy segura”.
“Lo que tenemos que hacer ahora no es ponernos en la espiral de ‘yo te dije, tú me dijiste’, sino ver de qué manera reformamos el sistema», añadió.
Preguntada por una posible moción de censura contra ella, dijo que “no creo que sea lo que quieren los madrileños. Lo que le conviene a Madrid es que las políticas que nos hemos comprometido a aplicar se hagan».
(SERVIMEDIA)