Con la llegada del calor estival se multiplica la presencia de mosquitos, uno de los insectos más molestos del verano.
Estos vampiros alados, que se alimentan básicamente de sangre, comienzan estos días su festín, pero ¿dónde se esconden el resto de año?
Generalmente, los mosquitos tienen una vida corta, la mayoría de ellos no resisten el frío y acaban muriendo cuando las temperaturas comienzan a descender. Sin embargo, las hembras hibernan y realizan la diapausa para sobrevivir a las bajas temperaturas.
La diapausa es un tipo de hibernación en la que los insectos ralentizan su metabolismo para poder sobrevivir hasta 6 meses, incluso sin necesidad de agua, escondidos en un tronco o enterrados en el suelo o en los rincones más calientes de nuestro hogar.
Las hembras realizan esta técnica para resguardarse durante el invierno y así cuando la temperaturas hayan aumentado poder salir en busca de sangre y alimentar a sus huevos.
Este hecho nos demuestra que los mosquitos no es que desaparezcan durante el invierno, sino que se refugian esos meses para volver al ataque cuando suben las temperaturas.