• El cherne y el queso de flor, protagonistas en los fogones de este espectáculo televisivo en su viaje a la Isla
• Los aspirantes elaboraron un menú de cuatro platos basado en productos isleños para 60 comensales
MasterChef mostró anoche la cara más oculta de Gran Canaria y las entrañas de sus Montañas Sagradas a sus millones de espectadores, quienes hace un año disfrutaron de la estampa de las Dunas de Maspalomas y en esta ocasión de los barrancos del centro y norte, lo que ha dejado patente que Gran Canaria es una isla de espectaculares contrastes.
Las imágenes aéreas de los barrancos de Gáldar, Agaete, Artenara y Tejeda fueron el arranque de la prueba de exteriores, unas imágenes que mostraron el Roque Nublo y el Bentayga acompañadas por la voz de Jordi Cruz, quien relató que las Montañas Sagradas de Gran Canaria albergan uno de los patrimonios subterráneos más importantes del mundo, por lo que su millar de yacimientos y sus tradiciones fueron declarados Patrimonio Mundial de la Unesco.
Y es que el Cabildo de Gran Canaria, así como los Ayuntamientos de Tejeda, Gáldar, Agaete y Artenara, respaldaron esta incursión televisiva para llevar estos ocultos paisajes y sus exquisiteces a la audiencia de este programa para difundir su fortaleza como destino gastronómico, un mensaje que llegó a 2,9 millones de personas, pues la emisión alcanzó el 23,7 por ciento de cuota de pantalla, y en el minuto de oro hasta superó los 3,4 millones.
De este modo, Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez, conductores del programa, recibieron a los concursantes rodeados de cítricos y árboles tropicales al ritmo de ‘Ojalá que llueva café’ de Juan Luis Guerra en medio de una plantación de café de Agaete, las más al norte del planeta, y explicaron que de seis kilos de grano se obtienen 800 gramos de café y que para la taza que acababan de degustar se precisaban al menos 50, lo que llamó su atención porque se trata de un cultivo en realidad bastante desconocido y llamativo. “¡A ver si el mejor café del mundo va a ser el canario y no el de Colombia!”, intercedió Luna, concursante de Lanzarote encantada de estar en su tierra para esta prueba.
Acto seguido, los aspirantes se dispusieron a elaborar cuatro platos basados en productos isleños para 60 comensales, de modo que el cherne, conejo al salmorejo, el queso de flor y la fruta tropical se convirtieron en estrellas de sus fogones.
Un menú con sabor canario
Así, de entrante debían elaborar calamar y cigala con salsa americana de café y curry. El primer plato fue el protagonizado por cherne con ‘demi glace’ -una reducción de caldo hecho de ternera o pescado, hasta obtener una salsa densa, oscura y brillante- y chutney -una confitura de frutas o verduras que se caracteriza por estar cocinada con vinagre- de piña y guindilla verde.
De segundo, conejo en salmorejo con falso risotto de queso flor y chip de piel de papa, y para acabar ravioli de guayaba rosa, mascarpone y mango de postre.
Jordi explicó que el queso flor es uno de los tres quesos con Denominación de Origen Protegida que se producen en Canarias. “Tiene sabor amargo y una ligera acidez característica que consiguen gracias a la flor de cardo que usan para cuajar la leche de oveja con la que lo preparan. Ovejas que crecen bajo la ancestral tradición de la trashumancia”, expresaba mientras a Luna se le hacía la boca agua con un “me encanta”.
Además, Jordi Cruz y Pepe Rodríguez se enfrentaron en una competición, la de moler café de Agaete en un molinillo para ver quien conseguía obtener más cantidad y, aunque moliendo café no se ganarían la vida, invirtieron todo su empeño.
Con los fogones encendidos y las manos en la masa, Pepe Rodríguez presentó al restaurador grancanario Borja Marrero, al frente de la cocina del Texeida, quien desveló que el secreto de la gastronomía canaria está en los productos de la tierra y en que los isleños quieren transmitir su identidad, todo ello mientras los olores inundaban el Valle de Agaete.
Recibimiento de los comensales y degustación
“Sin duda el café europeo tiene sabor grancanario, pero además es nuestro clima, el Atlántico que nos baña, los alisios nos dan unos productos extraordinarios”, aseguró el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, uno de los comensales junto al alcalde de Artenara, Jesús Díaz, quien sorprendió a los conductores porque desconocían que en la actualidad aún se habitara en cuevas, deliciosas por su temperatura constante todo el año, mientras el alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, presumió de queso de flor.
El programa hizo gala de este modo de los productos de Gran Canaria, en boga en los últimos años con exquisiteces que han obtenido premios nacionales e internacionales, así como su gastronomía, a la que sus mejores chef han sumado toques de vanguardia a sus tradiciones más ancestrales, todo protagonizado por el sabor que solo una tierra volcánica puede dar.