SFT One es una plataforma multifuncional con los últimos avances en telemedicina. Consta de diferentes dispositivos que monitorizan la salud del usuario y que generan una información puesta a disposición de otros interlocutores como pueden ser familiares o un equipo médico. Adicionalmente el sistema permite realizar videoconferencias con dicho equipo médico para evaluar la información recibida.
Un grupo de ingenieros comenzó este proyecto hace algo más de tres años a raíz de una circunstancia personal. Decidieron invertir su tiempo, dinero y conocimiento en desarrollar esta plataforma que permite monitorizar la salud de los más vulnerables y tranquilizar así a sus familias.
SFT One consta de diversos dispositivos que concentran la información relativa a la salud que generan los propios usuarios en el sistema. Dichos dispositivos generan de forma automatizada información que se puede poner a disposición de otros interlocutores, como familiares o los equipos médicos que los atienden.
Este producto permite monitorizar tanto a la persona como su entorno y generar las diferentes alertas que ayuden a mantener la normalidad en él y en su domicilio. Mide valores como la glucosa, la tensión, el peso, el pulso o la saturación de oxígeno, y guarda el histórico de todas estas medidas para generar alarmas al equipo sanitario en caso de que los datos sean anormales.
“Hace algo más de tres años mi madre tuvo un infarto. Es una mujer viuda, que tiene más de 70 años y escucha poco por un oído. Aquello fue algo importante para mi familia, no habíamos vivido algo así de manera previa y nos dimos cuenta de que hay que estar pendientes de muchas cosas”, explica Javier Pérez Mariscal, CEO del proyecto.
“En ese momento me pregunté cómo era posible que con todos los avances tecnológicos que hay, lo único que existiese para situaciones así fuese el equipo de teleasistencia tradicional. Esto consiste en un aparato con un botón que puedes tener en casa y, si tienes una emergencia, lo pulsas y puedes hablar por el altavoz que tiene. Me pareció algo totalmente insuficiente”, continúa.
Javier, que siempre ha trabajado en el sector industrial, decidió dedicar unos meses al desarrollo de un proyecto sin grandes pretensiones, con la simple intención de cubrir las necesidades que iban surgiendo en casa de su madre. Comenzaron con un presupuesto de 30.000 euros y recursos propios, y han terminado invirtiendo más de tres años y 300.000 euros para perfeccionar cada vez más su sistema.
Evolución constante del proyecto
“Trataba de dar solución a todos los problemas que iban surgiendo, como por ejemplo si mi madre se había tomado o no las pastillas, si se había derramado agua que no se resbalase, si había algún problema con el gas, etc. Soy de naturaleza perfeccionista y nunca me parecía suficiente”.
SFT One fue avanzando en función de las diferentes necesidades que iban surgiendo. Al principio la preocupación de Javier era el entorno en el que vivía su madre. Después empezó a preocuparse por su día a día y cuestiones como si se había tomado las pastillas o no, o si recordaba cuándo tenía cita con el médico. Y más tarde comenzó con el apartado de los equipos médicos.
“Todo tenía que ser lo más práctico y amigable posible. Hasta ahora, mi madre, que tiene que tomarse la tensión, apuntaba los resultados en una libreta que podía perder, olvidar o incluso equivocarse al escribir los datos. Ahora el dispositivo que utiliza para medir su tensión está automatizado y guarda los registros de todas las mediciones que se hace. Si en algún momento existe un rango diferente al normal, te llaman para saber cómo estas y si necesitas ayuda o atención médica”.
Con SFT One se establece un rango de riesgo para cada uno de los aparatos. Cada vez que el usuario utiliza cualquiera de ellos, se sincroniza con el sistema y el software se encarga de analizar el dato e informar si hay cualquier problema.
Comenzaron por el desarrollo de sistemas que controlasen el entorno mediante aparatos como detectores de humo, de gas, o de fugas de agua. Al vivir en Andalucía y teniendo en cuenta su clima, incluyeron también un detector de temperatura y de humedad para que no hubiese riesgo por deshidratación.
“Por otro lado queríamos controlar también quién entraba en casa y el tiempo que pasaba allí. Introducimos la identificación biométrica del/la cuidador/a con un sistema de check-in y check-out y una encuesta de satisfacción posterior a sus servicios”.
“Nuestro modelo de negocio se basa en monitorizar la salud”
“Empezamos a avanzar en el soporte de la telemedicina. Aquello al principio parecía sencillo, pero son muchos parámetros que controlar. Esto empezó a crecer más allá de las necesidades de mi madre. Queríamos que fuese amigable, pero también accesible, universal. Con unos precios disparatados no iba a poder ayudar a toda la gente que nos gustaría. En cada aplicación que añadíamos mirábamos el coste para que fuese asequible”.
Los dispositivos médicos para monitorizar la salud desde SFT One pueden ser varios, pulsómetro, tensiómetro, oxímetro, báscula y glucómetro. Desde la base central se avisa del momento en que el usuario tiene que medir algunos de estos datos, o si por ejemplo tiene que tomar alguna medicación. Si no lo hace el aparato sigue avisándole, y en caso de que continúe avisándole y no lo haga, manda un aviso al cuidador.
Además de todos estos dispositivos médicos, quisieron incluir un aparato que permitiese conocer también la evolución mental del usuario. “Se nos ocurrió incluir juegos que nos orientasen y nos permitiesen ver si la persona en cuestión está perdiendo reflejos o si está perdiendo memoria, etc. Nos pusimos en contacto con un equipo de investigación de la Universidad de Granada, encargados de desarrollar juegos para controlar este tipo de cosas y fue perfecto porque necesitaban una plataforma para poder introducir aquello dentro del hogar”.
Finalmente y a través de los diferentes dispositivos, en SFT One han logrado desarrollar un producto que es un ecosistema en sí mismo, accesible y de fácil implantación. “Todo el sistema gira en torno a un aparato principal, y sobre él se articulan el resto de equipos que necesitas. La ventaja es que puedes ir instalando los aparatos según los vayas necesitando. Puedes instalar solo los aparatos relacionados con la salud, o con la seguridad, o los dos a la vez, en función de tus necesidades”.