Sánchez dice que «lo peor ya ha pasado» y califica de «mezquinos» a quienes critican al «malvado» Gobierno

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó este miércoles que España ha “pasado los peores meses de la historia” de la democracia y “sin duda” alguna también “los peores meses desde la Guerra Civil”.

Así lo trasladó desde la tribuna del Congreso en la solicitud de la sexta prórroga del estado de alarma por parte del Ejecutivo. En sus primeras palabras, el presidente sostuvo que estos meses “han tenido una intensidad incalculable”, pero la pandemia ya va quedando atrás.

Ante la pandemia del Covid-19 que “asola” a todo el mundo, dijo, que España ha sido «fuertemente golpeada”, pero “lo peor ha pasado”.

Defendió el decreto del estado alarma porque “no había otra manera de ganarle al virus” y, así, en España “asumimos uno de los confinamientos más estrictos” de Occidente. “El más estricto” de Europa porque “era necesario detener casi todo para detener propagación del virus”, remachó.

“Ha sido terriblemente duro, pero ha sido también tremendamente eficaz”, demostrándose que el estado de alarma ha sido “la herramienta más eficaz” contra la propagación y por eso se solicita la última prórroga.

Pese a todo, remarcó que “seguiremos atentos, porque el virus todavía circula entre nosotros silenciosamente” y por ello apeló a la “prudencia, prudencia y prudencia”. “Seguiremos alerta hasta que el riesgo desaparezca”, aseguró el presidente.

Sánchez pide aparcar “la mezquindad”

Sánchez, realizó este miércoles una “llamada a aparcar la mezquindad” de la esfera política y pidió trabajar “todos juntos” durante los próximos meses para afrontar la situación generada por la crisis del Covid-19.

En este sentido, el presidente sostuvo que el estado de alarma “nunca” ha sido un “capricho” del Gobierno y que con su aplicación “no ha tenido otro objetivo que el de controlar el virus para salvar vidas”.

Adelantándose a los que “a buen seguro” cuestionarán el uso sobre el estado de alarma que ha realizado el Ejecutivo, Sánchez comentó que “algunos dirán que este supuesto malvado Gobierno” lo ha hecho para hacer “recortes” en libertades o para “sustraer” poder autonómico. “Nada más lejos de la realidad”, aseveró Sánchez antes las previsibles críticas desde el Partido Popular, Vox y algunas formaciones nacionalistas e independistas.

En su largo discurso, el presidente sostuvo que el “horizonte que nos aguarda” es un escenario de “suficiente trascendencia” como para “aparcar la mezquindad y la irrelevancia de la pequeña política” y trabajar “todos juntos” con la “mejor” de las disposiciones como líderes y representantes políticos del país.

«OLVIDEMOS LA CRISPACIÓN»

Así, abogó por el trabajo conjunto de manera que «nuestras diferencias sirvan para elaborar mejores propuestas, no para alejarnos más», porque el país «necesita soluciones urgentes». «Trabajemos con urgencia y con responsabilidad» y por el «bien común y olvidemos la costumbre de la crispación». «Trabajemos desde la misma bandera», proclamó.

A este respecto, comentó que «la bandera es la bandera de todos» porque representa «nuestra historia, nuestros descubrimientos, nuestra literatura, nuestro paisaje y nuestro patrimonio; y, sobre todo, nuestra voluntad de vivir juntos y de conformar un proyecto de país».

«Nadie está fuera de la bandera. Y nadie tiene el derecho de usar la bandera contra otro compatriota. En esta Cámara tenemos modelos diferentes -a veces antagónicos- de concebir el país y de planear su futuro, pero todos ellos son España», trasladó.

Asi mismo, pidió que «no usemos el nombre de España en vano». «No empleemos para dividir ninguno de los símbolos que fueron creados para representar lo que nos une. Que es mucho, mucho mas de lo que nos separa».

En este sentido, el presidente alertó de que «el veneno del odio es el veneno más dañino porque corroe las sociedades y aniquila las comunidades» y, por tanto, pidió a todos que «digamos ‘no’ al veneno del odio, a la violencia física, al verbal». «No al insulto. No a la provocación», concluyó.

(SERVIMEDIA)