Mohawk Games es una pequeña desarrolladora liderada por Soren Johnson, uno de los encargados de Civilization IV. En este Old World se puede ver mucha esencia de ese juego pero con unas innovaciones que ya en el Early Access lo convierten en una estupenda opción como juego de estrategia por turnos. Podrás vivir una historia épica creando tu imperio, tu gobierno y tu estirpe. Bienvenido a una nueva vuelta de tuerca al “Un turno más y lo dejo” con este Old World.
En Old World llevaremos a nuestro imperio a lo largo de los años pero dando un paso más a la simple gestión del gobierno. Si en Civilization, el personaje líder de cada civilización era eterno, aquí, en Old World esto cambia y cada líder, pasados los años correspondientes, va muriendo y heredará el trono sus descendientes. Esto da lugar a un montón de situaciones y cada decisión será muy influyente, no a corto plazo, pero si en el futuro.
Así que sí, todos los líderes son mortales y como tal, hay que pensar en el futuro. La primera de las decisiones que normalmente se nos presentarán es la boda. Vendrán hasta nuestras ciudades representaciones de las civilizaciones contrarias ofreciéndonos unas opciones para contraer matrimonio. Así como pasaba en la Edad Media, tendremos que casarnos con quien pensemos que va a ser mejor para nuestra supervivencia y nuestras alianzas. También contará cómo se va a tomar nuestro pueblo y el pueblo contrario y el resto de rivales este enlace.
Seguirá transcurriendo la vida y pronto vendrán los niños, nuestros herederos. Ellos heredarán todo lo que les dejemos (nosotros seguiremos al frente pero el líder cambiará cuando muera el anterior). Deberemos elegir cómo educar a cada descendiente. Podemos enfocarle a ser militarista, a ser más político o incluso hacerle un niño mimado. Todo va a influir y de hecho, puede que alguno de nuestros hijos no llegue a la mayoría de edad por haber sido asesinado cruelmente por un desconocido.
También puede suceder que el pueblo no quiera al sucesor por haber cometido alguna acción en el pasado que no le gustó y que se lo van a hacer pagar… Cada partida en Old World es impredecible y vamos a crearnos enemigos por acciones que ni pensábamos que tuvieran importancia alguna, como por ejemplo, si consentimos al pequeño heredero en acciones que deberíamos haber sancionado. En todo momento, a la vez que gestionamos el imperio, que ahora contaremos cómo se realiza esto, deberemos ir seleccionando opciones que nos van surgiendo y que no siempre serán beneficiosas, alguna vez deberemos determinar, dentro de lo malo, qué es lo mejor, para equivocarnos lo menos posible.
En cuanto a jugabilidad, el juego se ve con su vista isométrica y el mapa dividido en cuadrados. Lo primero que deberemos hacer será fundar una ciudad, pero aquí viene la primera innovación. No podremos fundar ciudades en donde se nos ocurra, ya sea al lado de un río o en un lugar rico en recursos, si no que el juego nos dará el lugar exacto para fundar ciudades sin poder elegir si es bueno o malo, normalmente son buenos sitios, pero ya, tras explorar algo más el mapa deberemos seleccionar un lugar mejor para la segunda ciudad. Aquí se trata al comienzo de fundar la mayor cantidad de ciudades posibles, ya que no es posible fundar una y tirar con ella durante toda la partida.
Tendremos ciudades-estado que deberemos conquistar o llevárnoslas a nuestro terreno, dependiendo de cómo queramos, pero cuidado, si declaramos la guerra a una de estas tribus, puede que se la estemos declarando a varias ciudades a la vez, así que tendremos que contar con un buen ejército para defendernos y atacar. Siempre estas tribus estarán armadas, no será gratis el conquistar una ciudad. Estas tribus son bastante influyentes y sus líderes recordarán cada acción que realicemos, si los tratamos bien, se llevarán bien con nosotros, si los tratamos mal… No serán condescendientes.
También está presente la investigación, como en Civilization, deberemos ir investigando lo que más nos convenga y desarrollando los árboles de conocimiento para evolucionar por la rama que más nos guste, de manera muy similar al otro juego. Cada vez que investigamos algo, podremos aplicar estos conocimientos para construir nuevas cosas en las ciudades, por ejemplo cuando investiguemos el pastoreo o el trabajo en piedra, podremos crear trabajadores que en casillas vacías hagan granjas de ovejas o canteras de piedra si tenemos el recurso por los alrededores. Eso sí, las tarjetas de investigación aparecen de forma aleatoria y pueden aparecer de todas las ramas, así pues el desarrollo no es guiado si no bastante aleatorio, afectando de igual manera al transcurso de nuestra civilización y aportando un factor de suerte en el hecho de tener ciertos recursos y no poder aprovecharlos.
Y la lucha por los recursos puede ser lo que nos lleve a la guerra, como en el mundo suele suceder. Meterse en guerra en Old World no es algo para tomar a la ligera, deberemos sopesar bien nuestra decisión porque aparte de enfrentarnos al enemigo, que puede que sea más poderoso que nosotros, entrarán las tramas internas en funcionamiento. Estas tramas internas se producen por la enemistad de las familias, es decir, cuando elegimos a un líder, elegiremos una familia a la que pertenecemos. El resto de familias buscará tomar el poder y nada mejor que un estado débil por la guerra para urdir estas tramas si no nos está yendo bien más allá de nuestras fronteras. Además cuando fundamos ciudades, le daremos el poder en esa ciudad a una familia, que puede ser la nuestra o no, aunque la gobernamos nosotros y decidimos sobre ella, a veces está bien diversificar familias para que no suceda este tipo de rebeliones.
Es divertido ver como se mueven las familias nobles en el juego, como se ofenden algunas por ciertas decisiones que tomamos y cómo van ofreciendo matrimonio para ser más poderosas. También tendremos que tener mano izquierda en nuestro propio territorio con las familias nobles, porque cada acción que tomemos tendrá una repercusión y cuando ofendamos a alguna familia, tened por seguro que no se van a quedar quietos.
En Old World se vence de varias maneras, pero la que más nos ha gustado por innovadora es la de victorias por ambiciones, que son deseos de nuestro personaje o de las familias y que al cumplir varias de ellas, podremos ganar. Estas ambiciones se transfieren al heredero si el rey muere y cada nuevo rey tendrá su nueva ambición. Estas a veces no son sencillas y llevarán bastante trabajo, aunque al principio todo sea más sencillo y parezca que avanzamos rápido y bien.
Otras consideraciones son el modo de moverse. Contamos con un número de acciones que deberemos usar con todas las unidades cada turno. Cada unidad puede moverse como máximo un número de casillas, si tenemos 5 unidades que se mueven 4 casillas cada una, podremos mover 20 veces en un turno. Pero como decimos, contamos con un número determinado de acciones, si en este caso contamos con 15 acciones, moveremos a las tropas hasta que cuando nos quedemos sin turnos no podamos mover más. A no ser que gastemos recursos si es necesario. Es un modo innovador que nos ha gustado bastante. Eso sí en el combate el sistema es similar a Civilization y hay que tener tropas muy fuertes y especializadas y sabiendo qué hacen cada una y moviéndolas con mucha estrategia para ganar batallas y asolar ciudades.
Gráficamente el juego se ve genial y nos van explicando cada cosa desde el principio para que no nos perdamos. Contamos con poquitas civilizaciones y clásicas, pero esto es solo un inicio porque cada partida va a ir variando. El juego se mueve con fluidez y a pesar de que no hay demasiadas animaciones, el poder poner gran número de tropas en pantalla no interfiere con la velocidad. A nivel sonoro cuenta con melodías que nos sumergen en la historia y en la acción y con buenos efectos de sonido. Decir, que a día de hoy el juego está en inglés completamente, pero está todavía en desarrollo y seguramente en un futuro cercano tendremos la traducción correspondiente al español
Old World es una magnífica alternativa a los demás juegos de estrategia por turnos que añade muchas variables y muchas innovaciones renovando con aire fresco este tipo de juegos de un turno más . El juego todavía está en desarrollo y eso se nota, pero las bases están colocadas y tiene unos mimbres muy fiables que solo van a seguir puliéndose para mejorar. Si os gustan los juegos de este estilo, Old World, de Mohawk Games, os va a tener horas y horas sentados en una silla jugándolo sin daros cuenta de que está pasando el tiempo. Cada partida será diferente. Dadle una oportunidad en vuestro PC porque seguro que no os va a defraudar.