El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha sido reelegido como secretario general de Podemos con un 92,2% de los votos (53.167 en total) de los inscritos del partido, según los resultados de la votación telemática que se celebró entre el pasado día 15 y las 16.00 horas de este jueves
Según informó Podemos, el otro candidato a la Secretaría General, Fernando Ángel Barredo, recibió el 7,8% de los votos (4.503 en total). En total, participaron 59.201 inscritos, mismo número que en las primarias para las elecciones generales de abril de 2019 (los resultados se mantuvieron para las de noviembre), pero que sólo son el 11,4% del total de 516.492 inscritos en el partido y del 27,0% de los 219.158 llamados inscritos activos; es decir, los que han participado en alguna votación en los últimos años.
Como era de esperar, el nuevo Consejo Ciudadano del partido también ha sido copado por la lista que encabezaba Iglesias, que ocuparán los 89 puestos reservados a votación de los inscritos (el resto son los secretarios generales autonómicos, los representantes de los círculos y los de Podemos Exterior) y en la que están todas las figuras conocidas de Podemos, con la excepción de la vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso de los Diputados, Gloria Elizo.
Lo mismo ocurre con los 10 miembros de la nueva Comisión de Garantías Democráticas que arbitra los conflictos internos, entre cuyos nuevos integrantes destaca la candidata a las elecciones vascas, Miren Gorrochategui.
Aparejada a la votación a la Secretaría General iba la de los los documentos político, organizativo, ético y de feminismos, de forma que los que presentaba la candidatura de Iglesias, ‘Un Podemos contigo’, serán los asumidos por el partido, frente a los de la de Barredo, ‘Nuevo Impulso por la democracia en Podemos’.
Los documentos de la candidatura derrotada criticaban que Podemos forme parte del Gobierno de coalición con el PSOE, al que considera «un partido de derecha moderada», por lo que cogobernar con ellos implica «asumir los errores y, sobre todo, las complicidades con el interés de las multinacionales, la fría avidez de la Banca, el inmovilismo retrógrado del Poder Judicial…». Así, seguían defendiendo un»proceso constituyente» como el Podemos originario.
A nivel organizativo, establecían «incompatibilidades por relaciones de consanguinidad y por afinidad para evitar clanes internos» como los de Iglesias e Irene Montero. Además, prohibían ejercer a la vez un cargo institucional y uno orgánico del partido, como los que compatibilizan ahora los miembros del Gobierno, y apostaban por suprimir el sistema Desborda de votaciones internas y volver a uno estrictamente proporcional.
NOVEDADES ORGANIZATIVAS
Entre las novedades que incorpora el documento organizativo aprobado, destaca que el sistema de inscritos deja paso a uno de militantes que pagan cuota, como el resto de partidos. A partir de ahora, serán sólo esos militantes los que formarán parte de la Asamblea Ciudadana y por tanto de las votaciones para elegir a los próximos secretarios generales y ratificar o desautorizar los pactos de gobierno que firme la dirección.
Tendrán cuatro meses para censarse a partir de ahora, y otros dos para conformar los nuevos órganos locales, provinciales e insulares del partido. Un anexo incorporado por la emergencia del coronavirus propone intrpretar «de manera flexible» ese plazo.
Otras novedades menores son que el estatal pasará a ser el único secretario general del partido, pues los autonómicos pasarán a denominarse coordinadores y los municipales portavoces; y que la circunscripción de Exterior, los militantes residentes en el extranjero, pasarán a aportar dos de los 115 miembros del Consejo Ciudadano Estatal en lugar de uno.
El citado anexo del Documento Organizativo añadido tras la emergencia del coronavirus establece también la posibilidad de que, por «causa de fuerza mayor», las reuniones o asambleas de órganos de Podemos podrán celebrarse de forma telemática, y el partido tendrá siempre lista una herramienta telemática para ello.
(SERVIMEDIA)