● El control de estos peces se enmarca en el proyecto Masdunas
● La tilapia sin alimento se convierte en caníbal y pone en peligro la biodiversidad de la Charca
El Cabildo de Gran Canaria ha retirado cerca de 15.000 ejemplares de tilapia de Mozambique de la Charca de Maspalomas en el marco del proyecto Masdunas, que ha incluido medidas para el control de especies exóticas invasoras de flora y fauna.
La tilapia es un pez de origen africano puede llegar a medir 35 centímetros y es parte de la dieta del ser humano, fuera de las piscifactorías es una especie invasora que crece en ambientes artificiales, pero se adapta a otros fácilmente, su alimentación es muy diversa y abarca desde insectos y plancton hasta pequeñas crías de aves. La tilapia se encuentra en más de 130 países.
Por otra parte, la hipoxia, que es la falta de oxígeno debido a la falta de lluvias que renueven el agua, junto a la subida de temperatura en el ambiente y en la Charca, lo que hace que baje el nivel de agua, hace que las tilapias mueran, solo en enero se retiraron 30 kilos, además el ayuntamiento está retirando las que han aparecido en mayo.
El director de Masdunas, Miguel Ángel Peña, explica que antes de la invasión de la tilapia, la Charca contabilizaban once especies de peces, numerosos ejemplares de algas y vegetación acuática, pero esta flora y fauna ha disminuido notablemente debido a este problema.
Y es que la tilapia de Mozambique se adapta fácilmente a la temperatura y salinidad del agua, es agresiva y voraz, y se convierte en caníbal si no encuentran alimento, por lo tanto, es depredadora no solo de la vegetación, sino de otros peces.
Otro peligro, explica, es que la tilapia llegue al mar, ya que cabe la posibilidad de que se adapte y afecte al hábitat, su presencia amenazaría a especies marinas como los equinodermos, también ahuyentaría a las pollas de agua y a los chorlitejos que deseen anidar.
El Cabildo actúa frente a la invasión
Para el control de esta especie, el Cabildo ha colocado varias veces por semanas redes trampa para peces, y a través de este procedimiento, ha retirado cerca de 15.000 ejemplares en los últimos meses.
Algunas de las tilapias muertas se envían al Parque Científico Tecnológico Marino de Taliarte para su estudio, y el resto se entrega para su eliminación a una empresa autorizada para la gestión de residuos.
La principal dificultad, explica el técnico insular, es la falta de literatura especializada que indique cómo contrarrestar el aumento en su población, más bien existen publicaciones en torno a la crianza en piscifactoría o para generar su reproducción.
El Cabildo prosigue la vigilancia de la invasión de la tilapia de Mozambique en la Charca de Maspalomas y continúa con la introducción de nasas de pesca. Este es solo un ejemplo del daño de las especies invasoras introducidas por el ser humano en Gran Canaria.