Los médicos de Atención Primaria advierten sobre el más que posible incremento en la mortalidad cardiovascular en la población española a medio y largo plazo.
Millones de personas en España padecen enfermedades cardiovasculares (ECV) y/o renales, muchas de las cuales están sometidas a un riesgo más elevado de presentar complicaciones o de fallecer si desarrollar el COVID-19.
Ante esta situación, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) ha analizado tanto los últimos avances como las consecuencias que produce la pandemia en el manejo de los pacientes con patologías cardiovasculares y renales.
Según las conclusiones de los doctores José Luis Llisterri (presidente de SEMERGEN), Vicente Pallarés (médico de Familia y coordinador del Grupo de Trabajo -GT- de Hipertensión Arterial y Enfermedad Cardiovascular de SEMERGEN) y José Luis Górriz (jefe de Servicio de Nefrología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, y miembro del GT de Hipertensión Arterial y Enfermedad Cardiovascular de SEMERGEN), existe idéntico riesgo de infectarse entre Los pacientes con ECV (HTA, diabetes, insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica, etc.).
Por otro lado, la mortalidad aumenta con la edad, se da un mayor riesgo de desestabilización y se prevé un aumento de mortalidad cardiovascular a medio y largo plazo (muerte súbita extrahospitalaria, ruptura cardiaca o infartos).
En ese sentido, los expertos aconsejan evitar consultas innecesarias en atención primaria, potenciar el autocuidado, llamar a urgencias ante síntomas de alarma, no abandonar tratamientos y apoyarse en las técnicas domiciliarias, entre otras recomendaciones.