Ashley Lawrence, estudiante de Educación para personas con sordera y problema de audición de la Universidad de Kentucky Este (Estados Unidos), ha ideado una mascarilla con franja de plástico para preservar la lectura labial. AG Bell International recomienda su implantación ante la pandemia del coronavirus.
La crisis de la pandemia de coronavirus está afectando especialmente a las personas con problemas de audición, según AG Bell Internationa , que reclama medidas para que las personas con sordera e hipoacusia pueden tener acceso a la información, en los medios y en el sistema sanitario.
En la atención directa, hay que tener en cuenta que muchas personas de este colectivo precisan la lectura labial, por lo que hay que recurrir a la escritura para trasmitir el mensaje cuando el hablante lleva mascarilla, según esta institución. «El uso de estas por el personal de farmacia, sanitarios o supermercados dificulta la lectura labial imprescindible para que muchas personas con sordera puedan entender lo que se habla».
Entre las recomendaciones para favorecer la comunicación figuran el uso de aplicaciones que pasan la voz a texto o preparar un guion escrito antes de salir de casa. No obstante, el mantenimiento de la distancia de seguridad impide que se pueda entregar un papel escrito o utilizar una pizarra. Además, la cancelación temporal de los servicios de intérpretes de lengua de signos también está dificultando la comunicación en hospitales.
Al respecto, AG Bell explica que una posible solución son las mascarillas con una franja de plástico sobre la boca. «Tiene el problema de que hay que evitar que el calor y la humedad del aliento empañe la mascarilla, pero aunque no ha sido avalada todavía por la comunidad médica, se abre una solución para que las personas con problemas de audición puedan leer los labios».
Sábanas y tela plástica
En ese contexto, Ashley Lawrence, estudiante de Educación para personas con sordera y problema de audición de la Universidad de Kentucky Este (Estados Unidos), ha ideado una mascarilla para preservar la lectura labial. Junto a su madre confeccionaron mascarillas con sábanas y tela plástica. Al poco de empezar ya estaba recibiendo pedidos de varios estados. Lawrence no cobra nada por la fabricación ni por los envíos dentro del país.