La Comunidad de Madrid se despidió este viernes del Hospital temporal de Ifema, que cierra sus puertas tras atender a más de cuatro mil pacientes, con un homenaje a los profesionales sanitarios, de las Fuerzas Armadas, de lavandería y cátering que han hecho posible este “hospital del milagro” levantado en menos de tres días para aliviar la pandemia.
Fue levantado en “tiempo récord”, en apenas 72 horas y una semana después de que se decretara el estado de alarma, cuando el número de contagiados y fallecidos no hacía más que crecer en la Comunidad de Madrid, la más azotada por el Covid-19. El objetivo fue aliviar la saturación del resto de hospitales de la región, sobrepasados por el coronavirus.
Con 1.350 camas de hospital, de las cuales 16 estaban equipadas como unidades de cuidados intensivos (UCI), ha logrado atender a más de 4.000 pacientes en los pabellones de la Feria de Madrid (Ifema).
Con un vídeo distribuido en las redes sociales, la Comunidad de Madrid ha querido dar las “gracias” a todo el personal que ha trabajado en los pabellones, que fueron reconstruidos para montar un hospital con la ayuda del Ejército.
Ayer fueron dados de alta los últimos pacientes, de los que el personal se despidió con bailes y muestras de afecto. En todo este tiempo, el reto ha sido humanizar la estancia de los pacientes con iniciativas como la librería ‘Resistiré’, que nació gracias a una de las sanitarias que prestaba sus servicios en el hospital de campaña.
Esta librería, premiada por los editores de Madrid con el Premio Antonio Sancha, fue puesta en marcha la madrugada del 30 de marzo por la enfermera Ana Ruiz y otros compañeros. Esto ha permitido que los pacientes tuvieran acceso a libros, revistas y pasatiempo durante su ingreso.
Otra de las iniciativas que han tratado de humanizar los pabellones de Ifemas reconvertidos en hospital han sido las miles de cartas de ciudadanos que han querido dirigirse a los pacientes, con quienes han mantenido una relación epistolar basada en la solidaridad, el reconocimiento y los ánimos.
En torno al 22 de abril, un mes después de la apertura del hospital de campaña, los militares y el resto del personal pudo comenzar a desmontar los pabellones 1 y 3 de Ifema, signo de que la pandemia iba remitiendo y los centros hospitalarios ya no estaban tan al límite como días antes.
El “hospital del milagro”, aseguró la Comunidad de Madrid, “ha asombrado al mundo” gracias a los miles de “sanitarios, servicio de lavandería, limpieza y catering”.
(SERVIMEDIA)