Ni la crisis del coronavirus ha podido acabar con las ganas de vacaciones de una familia, que recreó una playa en la parte trasera de su casa para combatir el aburrimiento del confinamiento domiciliario.
Una familia británica de Bristol, los Woollons, trasformaron su ‘backyard’ en una playa para hacer más ameno su confinamiento durante la crisis del coronavirus.
Los Woollons se ataviaron con trajes de baño, toallas, sillas y todo tipo de utensilios playeros para disfrutar de un día diferente. Instalaron una piscina hinchable para imitar el mar y bebieron exóticos cócteles.
Fue la Amy Woollon, de 22 años, la que tuvo la genial idea tras encontrar en el garaje de su casa un saco con la arena. “Hacía un día precioso”, dijo. “Pensamos lo agradable que sería estar en la playa en vez de estar confinados. Si no podemos ir a la playa, que la playa venga a nosotros”, explicó.