El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, aseguró hoy que no siente desautorizado en el seno del Gobierno por la forma y calendario de presentación de la renta mínima vital, porque al final se hará “todo lo que yo tenía en la cabeza desde el principio”.
En declaraciones a la Cope, recogidas por Servimedia, Escrivá dijo que “la intrahistoria” que él ha vivido es «otra» a la que se ha publicado de que ha sido “ninguneado” o desautorizado por Pedro Sánchez en favor de los postulados de Pablo Iglesias en este asunto.
Puso como ejemplo el calendario de aprobación de la norma. Señaló que la llevará al Consejo de Ministros para su aprobación en mayo, como su ministerio tiene en mente desde hace tiempo. Y la prestación será una medida de carácter permanente, como también él siempre ha abogado. Son propósitos que, a su juicio, son además claramente “consistentes” con lo que ha defendido Pablo Iglesias.
En cuanto a posibles roces en la forma de hacer pública la medida con el vicepresidente segundo, explicó que ayer y anteayer mantuvo varias conversaciones con él, “hemos discutido temas de calendario y si se comunicaba en rueda de prensa con agendas muy complicadas o se publicaba una nota”.
“Sí me sorprendió que se dijera, sin ser seguro, que iba a haber una rueda, cuando la agenda de ese día iba a ser muy difícil, yo dije que me iba a ser muy difícil y así fue, eso fue todo el problema”, añadió el ministro. “Pero la decisión de sacar el comunicado la tomamos nosotros, no la Presidencia del Gobierno”, remarcó.
«RANGO ALTO»
En relación con la financiación y el coste de la medida, Escrivá dijo que se hará con cargo a deuda pública, dentro del crecimiento grande que se producirá de ésta debido al coronavirus, pero en cualquier caso señaló que es un desembolso que no desbarata mucho las previsiones del Ejecutivo en esta materia porque para esta legislatura ya estaba previsto poner en marcha este ingreso mínimo vital.
Respecto al dinero que costará y preguntado por la cifra barajada de 6.000 millones de euros, afirmó que lo tendrán más concretado en los próximos días, una vez crucen datos con la Agencia Tributaria. “Ahora no lo puedo precisar, pero tiendo a pensar que estará en el rango alto de lo que puedo pensar que terminará siendo”, indicó el titular de Inclusión.
El ministro dijo que la selección de las personas que recibirán la ayuda se hará en coordinación con los ayuntamientos, que son los que conocen por su proximidad a través de trabajadores sociales los hogares con extrema pobreza que más precisan la prestación. También piensan ponerse en contacto con Cáritas y otras ONG.
La renta mínima tendrá una duración limitada hasta que los beneficiarios salgan de su situación más dificultosa y puedan llegar a niveles de subsistencia, e irá acompañada de un “itinerario previo de inclusión” en el ámbito laboral, asistencia mental o alejamiento de la droga, dijo el ministro.
Escrivá no cree que la renta mínima vital suscite resquemores en países ‘ricos’ del norte europeo como Alemania o Holanda, porque estos estados ya disponen de esa prestación “con cantidades más generosas” y por eso el Consejo de Europa lleva pidiendo tiempo a España que aborde su problema con la pobreza extrema.
En lo que se refiere a la salida de la crisis, Escrivá vaticina que habrá unos sectores que saldrán muy rápido “y otros más despacio”, como el sector turístico, “que va a salir más lento” y aquellos como “la restauración o el ocio donde la distancia corta y la percepción de riesgo de contagio son grandes”.
(SERVIMEDIA)