La picaresca no parece tener límites. Y la irresponsabilidad de algunos tampoco. Pese al Estado de Alarma que obliga a todos los ciudadanos a permanecer encerrados en casa con el único objetivo de evitar la propagación del coronavirus y, como consecuencia, salvar vidas, no parece suficientemente importante para unos cuantos.
Uno de los últimos casos se registraba el pasado sábado en la localidad gallega de Ferrol donde agentes de la Policía Nacional localizaron a varios clientes en la terraza interior de un mesón.
A pesar de que aparentemente estaba cerrado, los ‘cazados’ por la Policía accedían a través de una contraseña. Todos ellos fueron identificados y ahora deberán abonar una sanción económica que la Delegación del Gobierno les impondrá.