El primer título fuerte de Nintendo este año ha batido todas las marcas. El regreso de la franquicia Animal Crossing tras 7 años de ausencia (derivados aparte) ha superado incluso a Pokémon en ventas y ha generado en los primeros días a la venta cerca de 2 millones de copias vendidas solo en Japón. Tom Nook, Tendo, Nendo y el resto de animalitos dan el salto de portátiles a Switch, con toda la esencia de los anteriores juegos pero con novedades que le dan frescura al título.
La primera de esas novedades reside en que vamos a viajar a una paradisíaca isla desierta junto con 2 habitantes más. Esta Isla la elegiremos de cuatro posibilidades distintas tras hacernos a nuestro personaje, un personaje similar a las anteriores entregas pero con cambios de peinado. Al amerizar en esta isla nos recibirá un viejo conocido, Tom Nook, el director de Nook Inc., la empresa encargada de que habitemos esta isla, una isla, por cierto, a la que nombraremos y que será como se conozca a partir de ahora. Tom Nook nos dará una tienda de campaña y nos dejará dar una vuelta por el territorio que tenemos disponible para colocar nuestra tienda de campaña y la de nuestros vecinos.
Y a partir de aquí comienza una aventura que va al ritmo que nosotros queramos, sin presiones y que consiste en vivir una vida paralela a la real. Siempre tendremos algo que hacer durante el día, así que podemos dedicarnos a ello, construir muebles, conseguir materiales para construir nuevos edificios o podemos dedicarnos a vivir la vida pescando, cazando bichos, recolectando fruta o recogiendo conchas por la playa.
Poco a poco y día a día (día real, 24h) iremos descubriendo las bases de este Animal Crossing. Y decimos bien, las bases, porque todo lo que hagamos dependerá de nuestra imaginación. Así pues podremos decorar nuestra casa, colocar el mundo como queramos, cortar árboles, trasplantar flores, modificar muebles, crear ropa… las posibilidades en Animal Crossing: New Horizons son realmente ilimitadas en cuanto a la personalización de la isla, de nuestra casa y del escenario.
Como decimos, la vida en Animal Crossing transcurre en tiempo real y si jugamos a una hora nocturna, en la isla será de noche, la Luna en el cielo estará en la fase que en la realidad esté nuestro satélite, es decir,cuando sea Luna Llena, la Luna en Animal Crossing será completamente redonda e irá variando como sucede en nuestra realidad. Así que estemos o no estemos, en la isla siempre pasarán cosas, habrá eventos, nuevos vecinos, visitas inesperadas, etcétera.
En lo que es la construcción nos pasaremos horas. La construcción se realiza en mesas de bricolaje que al comienzo solo estará en la tienda de Tom Nook pero que pronto podremos construirlas en otros lugares externos. Tan pronto cuando encontremos la receta de construcción y es que así se realizan todos los objetos, herramientas, decoraciones… A partir de ir aprendiendo recetas que nos regalan, vamos encontrando o comprando y siempre con un sistema de avance progresivo. En un inicio podremos construir tal cual los objetos pero más adelante tendremos la posibilidad de modificarlos a nuestro antojo en color y texturas pudiendo hacer todo de la manera que queramos.
Algo imprescindible en el juego serán las herramientas: Palas, tirachinas, cañas de pesca, redes de cazar bichos, hachas, y dos objetos nuevos que nos permitirán acceder a lugares que en un principio eran inaccesibles son los objetos. Estas herramientas tienen una duración limitada y tras un número de usos se romperán y nos tocará hacer más. Por suerte el suministro de materias primas, madera y ramas es prácticamente ilimitado así que no vamos a tener problemas en hacer las herramientas endebles. Hay otras herramientas más duras que se fabrican a partir de pepitas de hierro que sacamos de las rocas e incluso hay herramientas de oro que proporcionan una duración casi ilimitada, pero también incluso así, estas herramientas se rompen.
Otra novedad consiste en la relación entre comer fruta y arrancar árboles. Cada fruta que comamos de nuestra isla es una posibilidad de romper una roca golpeando con un hacha o una pala o de sacar un árbol de raíz para trasplantarlo a otro lugar. Así que habrá que tener cuidado con esto.
La personalización como decíamos no se queda solo en la ropa, podremos retocar cada objeto, colocarlos en donde queramos e incluso podremos retocar la isla, cambiar el curso de los ríos, elevar el terreno. Las posibilidades, volvemos a decir, son infinitas y si nos queremos meter de lleno en este tema, vamos a pasar muchas horas entretenidos.
Es lo bueno que tiene Animal Crossing, que es un juego al que le puedes dedicar 5 minutos al día para recoger fruta, pescar y regar las flores, o podemos pasarnos un fin de semana entero modificando terreno, creando caminos, cambiando la casa… Todo, eso sí, de una manera muy sencilla, el juego nos facilita todo al máximo y el límite de la creación está en nuestra imaginación.
Ante decíamos que siempre tendremos algo que hacer y en este punto entran las misiones tanto de Tom Nook o de los vecinos como la parte de las millas, que son premios por realizar ciertas labores que cada día van cambiando y que las primeras cinco nos otorgan millas dobles, estas son temporales, también tenemos las tareas que se van completando a medida que vamos realizando tareas más longevas como cazar o pescar X número de especies, tener frutas de todos los tipos, recibir visitas, saludar a los vecinos… Todo esto nos irá otorgando unas millas para intercambiar en un cajero por objetos o por tickets de ruta. Estos tickets nos permitirán viajar a islas generadas aleatoriamente y que no se repiten para conseguir fruta nueva, fauna y peces distintos a los de nuestra isla, más recursos, eso sí, son viajes únicos y no podremos volver.
Cada día que pasa en Animal Crossing una sorpresa nueva nos depara el juego y no está bien que las desvelemos, es un juego que deberéis descubrir por vosotros, así que sobre eventos y demás no vamos a hablar pero si que para finalizar vamos a referirnos al apartado multijugador que ofrece este New Horizons y es que desde el aeródromo de nuestra isla el juego nos pone en contacto con todos nuestros amigos ya sea para visitarlos o para recibirlos. Esta modalidad no tiene demasiada profundidad más allá de poder estar un rato en la isla de nuestros amigos o recibir hasta 8 jugadores en la propia e intercambiar objetos.
Gráficamente Animal Crossing: New Horizons saca lo mejor de Nintendo Switch tanto a nivel sobremesa como en su faceta portátil. Un juego que parece básico en su estilo artístico pero que mima hasta el último detalle en todos sus aspectos. La iluminación en todos los momentos del día sorprende, el movimiento del agua, el detalle en cada animal y cada pez e incluso en cómo caen las hojas de los árboles. Que se han trabajado mucho el juego es algo que está claramente reflejado. Nada de tirones, nada de caídas de frames, todo corre fluidamente y es una delicia ver cada animación del juego.
A nivel sonoro también destaca su faceta musical con temas muy agradables que no molestan para nada y que te relajan mientra estás realizando las tareas. El juego sigue conservando los efectos tan característicos de las anteriores entregas, esto incluye el idioma de los habitantes, que hablan un español a un velocidad vertiginosa y que si te concentras bien, incluso puedes entender la mayoría de lo que dicen. De todas formas el juego tiene una excelente traducción mediante subtítulos y bocadillos de texto.
Animal Crossing: New Horizons era un juego muy esperado y el éxito de ventas que ha tenido en los primeros días es apabullante. Y el juego merece la pena muy mucho porque es para todos los públicos, es un juego para un ratito o para horas y horas. Es un simulador social que transcurre a la misma velocidad que nuestro día. Podemos jugar a nuestra manera sin un final, sin un malo, tan solo un juego para evadirnos, un juego muy cuidado, con mucha calidad e imprescindible si en tu casa tienes una Nintendo Switch o Nintendo Switch Lite, porque es uno de los juegos del año de esta plataforma.