Diferentes presidios de los Estados Unidos han decidido liberar a un considerable número de presos para controlar el contagio por coronavirus en los centros penitenciarios, informaron el lunes las autoridades.
El alguacil de Los Ángeles (California), Alex Villanueva, indicó que al menos 678 reclusos del condado habían sido puestos en libertad durante las dos últimas semanas por miedo a un posible contagio, a pesar de que por el momento no se han registrado casos de contagio en ningún centro de reclusión estadounidense. Aún así, 26 presos se encuentran en cuarentena y 9 en aislamiento en las diferentes cárceles del condado, según los datos de la Oficina del Alguacil. “Todos ellos están recibiendo el nivel de cuidado necesario», aseveró el Sheriff.
Según Villanueva, todas las cárceles que dependen de su oficina han recibido la orden de liberar a aquellos presos que les queden 30 días de condena, además de reducir el número de arrestos, que en las últimas dos semanas han bajado de 300 a 60.
«Lo más peligroso son los nuevos detenidos, que pueden infectar a los otros presos. Por eso, les tomamos la temperatura y hacemos exámenes médicos antes de que ingresen», dijo.
Por su parte, en el estado de Ohio, cientos de presos del condado de Cuyahoga conocieron la libertad el sábado por la noche gracias a esta medida preventiva. Antes, los jueces del condado celebraron una sesión extraordinaria para conceder la libertad, ordenar el arresto domiciliario o mantener en prisión a cientos de presos del estado.
Estas medidas se anunciaron después de que el viernes las 122 cárceles federales del país y muchas de las más de 1,700 cárceles estatales prohibieran las visitas en los centros para prevenir brotes de contagio por el COVID-19.