Las técnicas de terapia miofuncional para trabajar la musculatura orolinguofacial resultan muy efectivas para contribuir a mejorar la comunicación de las personas con esta patología. La disartria, trastorno que dificulta el habla, es frecuente en estos pacientes.
Una de las alteraciones que se producen con cierta frecuencia en los pacientes con esclerosis múltiple en fases leves de la enfermedad es la disartria, “trastorno en la programación motora del habla que dificulta el uso y control de los músculos de la boca, la cara y el sistema respiratorio a la hora de hablar y articular”, explica la logopeda especialista en esclerosis múltiple y miembro del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM), Celia Delgado.
Esta experta constata que, en fases iniciales de esta enfermedad, los pacientes suelen referir “mayor esfuerzo para pronunciar algunas palabras, sobre todo en enunciados más largos, palabras polisílabas o que tienen sílabas trabadas”.
En ese contexto, el CPLCM ha puesto en valor la importancia de la logopedia para mantener y recuperar algunas capacidades del habla y la comunicación que se ven afectadas por la esclerosis múltiple y que pueden perjudicar la calidad de vida las personas que la padecen.
En estos pacientes también pueden aparecer otras alteraciones como la parálisis facial, disminución de la sensibilidad de cualquier parte de la cara (labios, mofletes, frente…) y la boca, fatiga vocal, alteración del gusto o dolor repentino similar a un calambrazo eléctrico en labios, encías, carrillo y mentón.
En ese sentido, algunos síntomas más característicos que deben poner en alerta a los pacientes para que acudan al especialista en logopedia son el adormecimiento de alguna parte de la cara, asimetría en la sonrisa, no poder silbar, dificultad para inflar globos, sequedad de ojos o lagrimeo constante, sobreesfuerzo a la hora de hablar, dificultad para identificar la comida en la boca o difícil manejo del bolo alimenticio.
Ante esta sintomatología, según esta especialista, “lo ideal es poner en manos de un logopeda. Este profesional sanitario realizará la evaluación de la patología, valorará el nivel de afectación y establecerá, con la colaboración del paciente, los objetivos de tratamiento. Cuanto antes comience la intervención, mejores serán los resultados”.
Según Delgado, “en fases iniciales es bastante posible que esta sintomatología desaparezca, por lo que el tratamiento seguramente será más breve. En cambio, si se espera a recidivas – repetición de una enfermedad poco después de terminada la convalecencia – es posible que el daño producido se vaya haciendo más crónico”.
Terapia miofuncional
Celia Delgado explica que los recursos en logopedia son múltiples y siempre va a depender de la afectación que presente el paciente y de los objetivos que se marquen.
“Las técnicas de terapia miofuncional, donde se trabaja la musculatura orolinguofacial (a nivel sensitivo y motor), resultan muy efectivas. Algunos ejemplos de las técnicas que se pueden utilizar son la crioterapia, masajes, praxias activas o contrarresistencia, estimulación sensitiva, aplicación de Kinesiotape o electroestimulación”.
A su juicio, “si la enfermedad es remitente recurrente, el tipo de esclerosis múltiple más frecuente (85 % de los casos), y se encuentra en un estadio inicial, es posible recuperar la capacidad del habla. Pero, en caso de que haya pasado a una fase progresiva, el tratamiento será de barrera y freno con el objetivo de mantener”.
“En el primer caso, el beneficio de la logopedia será recuperar el daño causado por el brote y conseguir estrategias y pautas para que, en el caso de que hubiese recidiva, tener estrategias para poder lidiar con ello y conseguir que el daño causado por el brote sea el menor posible”, añade.