Un cuestionario remitido por una profesora de religión a sus alumnos de primero de ESO ha levantado la polémica en un colegio de Valencia. Entre las preguntas, se les interpeló sobre si habían «cometido adulterio o fornicado», o si habían «practicado la homosexualidad».
La Inspección de la Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana se ha hecho cargo de la investigación y este lunes tiene previsto realizar una visita al Colegio Inmaculado Corazón de María para recabar información. La prueba se realizó a los estudiantes para «ayudarles a comprender el sexto mandamiento», un hecho que en palabra de la Consellería es «totalmente inapropiado», informa ‘ABC’.
La dirección del centro educativo también ha pedido disculpas por el test. La Consellería de Educación ha señalado que el cuestionario «atenta contra la intimidad» del alumnado, contra la ley de personas LGTBI, y contra la ley 26/2018 de Derechos y garantías de la infancia y la adolescencia.
«Atenta de fondo contra los derechos humanos basados en valores de respeto a la intimidad, diversidad y pluralidad», señala la Consellería.