Hace menos de un mes dio comienzo la tercera edición del Curso Superior de Montañismo para Ciegos y Adaptado (Expedición Docente Adaptada), y los objetivos que se plantean este año son muy diversos. Francisco Javier Bueno, creador y director de estos cursos, nos cuenta más sobre esta disciplina y sobre estas formaciones.
En las dos primeras ediciones del ‘Curso Superior de Montañismo para Ciegos y Adaptado’ se ha alcanzado la cima más alta de Alpes Escandinavos y de Noruega a la vez, el monte Galdhøpiggen.
Este año, el curso finalizará con la tercera expedición de Montañismo para Ciegos con componente docente de la historia. Se realizará del 5 al 9 de junio en los Alpes Dináricos, en la frontera de Albania con Macedonia del Norte, y su finalidad, entre otras, será ascender el pico más alto de esta cordillera, el Gran Korab.
El curso, creado y diseñado por Francisco Javier Bueno Sequera para la Fundación UNED, se imparte ahora a través de la Asociación Proyecto Eidós. Los alumnos que llegan a este curso, han debido realizar previamente el primero (iniciación) y el segundo (avanzado).
“Las expediciones de montañismo para ciegos no son la primera vez que se hacen. La primera se hizo en el año 1997, y yo estuve en ella y en 10 más. La diferencia es que nuestras expediciones son docentes, es decir, tienen como objetivo enseñar, ya que forman parte de un programa didáctico que dura seis meses”, explica Bueno.
El equipo expedicionario de este curso está compuesto por tres profesores videntes, dos instructores ciegos, un instructor con deficiencia visual, un instructor sordo, dos alumnos, doce voluntarios del Grupo de Montaña de la ONCE de Madrid, cuatro exalumnos de la primera edición del Curso Superior y un jefe de prensa, periodista y operador de cámara montañero, un total de 25 montañeros
“La mayoría somos instructores veteranos del grupo de montaña de la ONCE, y podemos sacar este trabajo adelante gracias a los voluntarios. Por un lado estamos los docentes, tanto ciegos como videntes, que vamos a enseñar nuestra temática a lo largo de seis meses. Luego está el grupo de alumnos, que en este caso son solo dos. Y por último están también los voluntarios, veteranos del grupo de montaña de la ONCE, compañeros nuestros que vienen de apoyo”.
Los alumnos se forman a lo largo de seis meses con una formación teórica y con diferentes entrenamientos conjuntos de todo el equipo expedicionario. A través de un grupo de WhatsApp se coordinan entre todos y se les encargan diferentes trabajos relacionados con la organización de la expedición.
“Para finalizar el curso se hace una prueba práctica que es una expedición ligera adaptada. Se le llama adaptada porque vamos con elementos adaptados para que puedan hacerla montañeros ciegos, deficientes visuales y sordos. Y se le llama ligera porque solo dura 5 días”.
Este año la expedición se llevará a cabo en Albania del 5 al 9 de junio. El quipo realiza la expedición en las mismas condiciones que en cualquier otra. Dormirán en un campamento que ellos mismos se encargarán de trasladar y montar. Los alumnos se alojarán en tiendas de tres con un instructor ciego. Además, cuando el equipo no esté atacando cumbre, se impartirán talleres de conocimientos que no son fáciles de adquirir fuera de un contexto alpino.
“Un objetivo que no es el principal, pero que lo tenemos que tener en mente, es el de alcanzar una cumbre. Procuramos que esa cumbre sea siempre nueva, en el sentido de que no se haya hecho nunca antes por un grupo de montañismo para ciegos. Al aspecto docente de la expedición le sumamos un aspecto deportivo nuevo, ampliamos el ámbito de éxitos en montaña en nuestra disciplina”.
“Los dos años anteriores hemos ido a Noruega. Este año vamos a Albania a hacer el pico más alto de los Alpes Dináricos, que son la Cadena Alpina que sucede a la francesa y suiza bordeando la Costa Adriática. El pico más alto de esa cadena se llama el Gran Korab, y está en la frontera entre Albania y Macedonia del Norte. Es una zona bastante salvaje, de hecho aún hay zonas minadas de la guerra de Yugoslavia”, comenta el director.
Además del aspecto docente y deportivo de esta expedición, buscan que tenga una utilidad práctica. Por eso, otros de sus objetivos son probar sobre el terreno una nueva aplicación de geoposicionamiento para ciegos desarrolladas por Geko Navsat, una empresa española con tecnología nacional, y probar un nuevo sistema de relieves para la construcción rápida de maquetas con perfiles topográficos accesibles para personas ciegas, desarrollado por un ingeniero español.
“Queremos aprovechar también estos cursos, y en concreto la expedición final, para promocionar y probar aparatos y aplicaciones destinadas a facilitar la práctica del montañismo entre ciegos. Con lo cual su finalidad es también científica y de promoción de la investigación y la industria puntera española”.