Samurai Shodown fue uno de esos juegos en los que nos dejábamos la paga en las maquinitas allá por los 90 junto con otros clásicos. Hoy se reedita en Switch este juego que ya llegó para Xbox One y Playstation 4 y que forma parte de la historia de los Beat em Up. Retorna de la mano de SNK y Koch Media para hacer las delicias de los fanáticos del género
La longeva desarrolladora ha regresado a sus orígenes tras haberse dedicado en cuerpo y alma a otra de las franquicias estrella de la lucha, King of Fighters. Y es que Samurai Shodown tiene un huequito especial en el corazón de muchos jugadores, cautivado por las espadas y demás armas blancas de origen nipón que veían su popularidad aumentada, en gran medida gracias a este juego antes de que llegaran otros títulos, también del País del Sol Naciente, que podrían a todas estas armas a la orden del día.
Este nuevo Samurai Shodown para Switch no es una remasterización de esas a los que nos han malacostumbrado las desarrolladoras en los últimos años. Es una juego adaptado a los tiempos que corren, con un toque clásico, aunque técnica y visualmente ha sido remodelado desde la raíz, esta nueva versión del juego de lucha conserva el estilo base, permitiendo a los que ya experimentaron en su momento la magia del arcade de SNK, sentirse ya familiarizados con el sistema, personajes y movimientos.
Samurai Shodown es un juego eminentemente defensivo, y penaliza los fallos con grandes mordiscos a la barra de salud, lo que no es de extrañar ya que te están sacudiendo con un arma de filo. Cualquier jugón conoce el esquema de controles de los arcades clásicos de lucha. Cruceta/stick para los movimientos, y botones separados en tipo de golpe (puñetazo/patada) e intensidad. Con la “torpeza” característica de los mandos de consola en lo que se refiere a juegos de este género, es trabajo del jugador compensar ajustando los botones a su gusto a fin de conseguir ejecutar los combos más rápido que el rival, y encadenar golpes a velocidad vertiginosa para no dar tregua al rival. Esto es una gran ventaja ya que Switch permite el poder colocar los botones a nuestro gusto y realmente hace que sea un juego sencillo de manejar con todo al alcance de un click.
Samurai Shodown se distingue del resto de juegos del género por ofrecer unos controles más pausados, centrados en la meditación del próximo movimiento, que permite un ritmo más lento a la hora de golpear, algo que no siempre se traduce en una partida más lenta, o una ronda más larga, ya que al igual que comentábamos antes que se penaliza una mala defensa, este juego también premia la paciencia y los contraataques. Para conseguir la victoria tendremos que aprovechar el momento exacto en el que el otro jugador baja la guardia para asestar un golpe de gran potencia y conseguir de la manera más efectiva posible arrebatar de las manos el arma de nuestro oponente para dejarlo prácticamente indefenso. Para ello podremos usar distintos movimientos, bien con un gran corte horizontal, un ataque de largo alcance, o una simple patada baja que lo tumbe y nos permita preparar a tiempo un golpe especial mortal.
A modo del clásico “piedra-papel-tijeras” el juego crea escenarios en los que a veces vence el más afortunado, pero que en esas ocasiones en las que el jugador es capaz de aferrarse a un personaje concreto y conocer a fondo sus movimientos, permite victorias por anticipación. Lo de coger un luchador al azar y sin conocer, ponernos a pelear, no va a llevarnos a nada bueno en Samurai Shodown. Además. la curva de aprendizaje, aunque larga, es más que satisfactoria, una vez encontramos el equilibrio entre defensa y ataque y conseguimos atisbar las capacidades de cada rival por su estilo de combate. El sistema es tan complejo que permite realizar múltiples instancias de bloqueo y contraataque en un intercambio frenético que culminará con aquel que se equivoque en el ritmo o movimiento recibiendo un brutal ataque.
Los estilos de lucha de los personajes son tan diferentes como sus apariencias, alejándose de otros juegos de lucha basados en la igualdad de fuerzas. Desde los encanghes aéreos de Nakoruru, pasando por los tornados de fuego de Haohmaru o la impresionante envergadura de Tam Tam, cada personaje tiene unos movimientos únicos que precisan de una adaptación en el combate para poder salir victorioso y conocerlos bien en profundidad haber pasado por el entrenamiento para dominarlos.
A estas alturas poco puede sorprendernos en lo que se refiere a modos de juego en un juego de lucha arcade, aunque SNK nos ha preparado un pequeño “giro” en modo de nuevo modo online asíncrono que puede darnos unas cuantas horas extra de juego.
En cuanto a los modos Offline, los VS, Arcade, Torneo y contrarreloj nos llevan en el camino clásico de los juegos de lucha arcade, con pocas novedades con respecto a versiones anteriores, mientras que el modo historia nos irá ampliando muchos detalles de cada uno de los personajes, que cuenta con un enemigo particular para cada uno y su propio ending. Por su parte, el modo Supervivencia nos permitirá enfrentarnos uno tras otro a un número sin límite de enemigos para hallar nuestros propios límites.
La parrilla de personajes está compuesta por luchadores originales, así como de nuevas incorporaciones especialmente creadas para este título, como Yashamaru Kurama, que parece el primo malvado del mismísimo Haohmaru (personaje que ha sido desde el inicio la imagen de la saga), Darli Dagger, una enorme luchadora musculosa que parece sacada de la mismísima Themyscira, y Wu-Ruixiang, que tiene un espectacular movimiento especial, que preferimos que descubráis vosotros mismos.
Siendo una nueva edición de un clásico de oro de los arcade de lucha, no era descabellado pensar que se mantendría el estilo, pero en pleno 2019, una edad de oro tecnológicamente hablando en la industria del videojuego, se antoja, cuanto menos, algo pobre. No es pobre sin embargo la sorpresa que nos espera en forma de jefe final para este modo, quizás uno de los más complicados y fuertes de esta serie.
Llegados a los modos Online, nos encontramos con el típico VS que nos medirá contra otros jugadores de todo el mundo, permitiéndonos participar en partidas “Ranked”, que nos incluirán en un marcador online y medirnos contra los mejores de la plataforma, todo ello eso sí, si los servidores se encuentran activos, ya que no es inusual encontrar errores de conexión que te impiden siquiera acceder al menú de batalla online.
A parte de este modo VS, accesible desde el menú “EN LÍNEA”, contamos también con el modo DOJO, un especial “multijugador asíncrono” que nos permite crear una sombra al más puro estilo Drivatar de Forza Motorsport, mientras la entrenamos y la formamos en nuestro propio estilo, subiéndola de nivel a medida que nos enfrentamos a las sombras de otros jugadores. Este modo nos permite sin duda disfrutar de la emoción de enfrentarnos a jugadores reales sin tener que depender de nuestro ancho de banda, o el estado de los servidores de juego, que pueden ofrecer una experiencia poco menos que decepcionante en algún momento.
Gráficamente hablando, como si de una novela clásica japonesa se tratase, personajes estilo samurai, ronin y ninja se baten a duelo en escenarios espectaculares, trasladados a la pantalla por el motor gráfico Unreal Engine 4, con el que SNK ha tenido una mano exquisita a la hora de renderizar tanto paisajes como el modelado de los personajes, que conservan ese estilo de “dibujo”, actualizado al 3D que tan bien le sentó a otras sagas como Street Fighter. Pese a esta actualización, el juego sigue gritando Samurai Shodown por todos los costados, con su apariencia que parece sacada de un manga, con exagerados trazos tanto en los contornos de los personajes como en las técnicas y movimientos, y texturas con marcado acento japonés. Sin embargo hemos de sacar a colación que en Switch el juego ha dado tirones puntuales en cierto momentos y es algo que SNK debería arreglar con un próximo parche
En cuanto al sonido, Samurai Shodown también se ha beneficiado de una actualización muy necesaria y bienvenida, con una calidad espectacular en la perfectamente elegida y cuidada banda sonora, y un detalle asombroso en los efectos de sonido, que nos proporcionan una experiencia de lo más completa.
No podemos engañarnos, Samurai Shodown tiene detalles que pueden restar puntos a esta increíble “secuela” de un grande del género de la lucha con armas, en el que parecía que la hegemonía de Soul Calibur había desplazado por completo al resto de rivales. Uno de ellos es la IA de la CPU, que en ocasiones puede dar fallos y hacer más sencilla la victoria del jugador al quedarse virtualmente desactivada. Asimismo, los bugs del modo online también pueden llegar a resultar desesperantes, errores de conexión que no te permiten siquiera llegar a arrancar el modo en línea y latencias exageradas que reducen la jugabilidad.
No obstante, este nuevo Samurai Shodown es lo que muchos y muchas esperaban: un título capaz de engancharte desde el inicio, no por su complejidad, su historia y un presupuesto ilimitado, sino todo lo contrario; por su sencillez, su inmediatez, y la posibilidad de adentrarte de nuevo en el universo de los samuráis más temidos del mundo del gaming. Con gran cantidad de nuevos personajes jugables, unos modos clásicos y un sistema de combate que engancha, SNK y Koch Media tienen entre sus manos un título ganador que puede hacerse un buen hueco en la híbrida de Nintendo