El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ofreció este lunes al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, una decena de acuerdos en materia económica, social e institucional para tratar de mostrar su “ánimo constructivo” e intentar poner de manifiesto que su partido está situado en la “centralidad” mientras que el PSOE gobierna con Unidas Podemos y pacta con los independentistas catalanes.
Así lo aseguró el propio Casado en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa, donde celebró una reunión de casi hora y meda con Sánchez para intercambiar posturas sobre las reformas que el país necesita y sobre la renovación de órganos constitucionales para los que el PSOE necesita el voto favorable del PP en el Congreso al requerirse una mayoría cualificada de tres quintos.
Casado detalló a los periodistas que la conversación con Sánchez fue “cordial en las formas” pero estéril en el fondo porque no se pusieron de acuerdo en ninguno de los temas y únicamente coincidieron en intercambiar nombres de interlocutores para que el PP y el Gobierno puedan hablar de futuras reformas como la de las pensiones, la educación y la nueva ley de infancia.
El líder de los populares aseguró haber centrado sus propuestas en tres ámbitos (económico, social e institucional) con al menos tres ofertas de acuerdo en cada tema y subrayó que así se pone de manifiesto que “nosotros no estamos en las posiciones radicales del Gobierno”. “Quienes querían que yo saliera de aquí dando un portazo se han equivocado. No soy yo el de no es no, el del no es no es él (Sánchez) y el no al constitucionalismo”, apostilló.
Casado juzgó que la estrategia del Gobierno de situar al PP como un partido radical de extrema derecha es un “globo pinchado” y quienes insisten en esa consigna “pinchan en hueso porque los españoles saben lo que es el PP y nos han dejado solos en el centro al acercarse a Podemos, a Bildu y a los independentistas”.
TRES ÁMBITOS DE ACUERDO
En lo institucional pidió a Sánchez que “renuncie” a la mesa de diálogo con los independentistas, que “garantice la inhabilitación” de Quim Torrra, que no modifique el Código Penal para beneficiar a los políticos catalanes condenados por el ‘procés’ y que desista de colocar a la exministra Dolores Delgado en la Fiscalía General del Estado al no reunir “requisitos de imparcialidad”.
En materia exterior, demandó a Sánchez que vuelva a reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela tras referirse la semana pasada a él como líder de la oposición, que aporte información sobre el encuentro de José Luis Ábalos con Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas, y que defienda los intereses de Ceuta y Melilla de Marruecos.
En lo económico, Casado aconsejó al jefe del Ejecutivo que mantenga la reforma laboral tras el informe del FMI que reconoce que sirvió para crear empleo, que devuelva el IVA a las comunidades autónomas como les corresponde y que “renuncia a subidas de impuestos” a la vez que preserva la unidad de la caja única de la Seguridad Social.
“COMPROMISO POR ESPAÑA”
Durante la conversación, Casado dijo haber ofrecido a Sánchez un “compromiso por España” que llega al punto de garantizarle su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado para que tenga “estabilidad” durante toda la legislatura. Como condición le marcó que “rompa con los independentistas y con los batasunos” y que “haga cumplir la ley en vigor sin mutaciones sobrevenidas” para beneficiar a sus socios catalanes.
Incluso, señaló que le ha “brindado el apoyo” del PP para negociar el presupuesto europeo “a cara de perro” e incluso vetarlo si en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará esta misma semana en las instituciones comunitarias España recibe malas noticias económicas.
Casado subrayó que sus propuestas parten en gran medida de los pactos de estado que lleva dos años ofreciendo a Pedro Sánchez y, en el resto, se basan en las promesas electorales que el líder del PSOE lanzó durante la campaña de las últimas elecciones generales, en la que anunció que endurecería el Código Penal para tipificar como delito la convocatoria de un referéndum ilegal o que modificaría la euroorden para traer de vuelta a España a Carles Puigdemont y juzgarle por el 1-O.
“La pelota está en el tejado de Sánchez, que puede elegir entre quienes quieren empobrecer a los españoles o llegar a acuerdos con quienes ofrecemos un compromiso por España para crear empleo y mejorar los servicios públicos, la calidad democrática y reforzar instituciones”, dijo.
Casado presumió de dirigir un “partido coherente y creíble” que mantiene las mismas “preocupaciones” que antes de la campaña electoral, mientras acusó a Sánchez de cambiar de posición tras pactar la investidura con Unidad Podemos y Esquerra Republicana de Catalunya. “Hoy sabe que tiene otra alternativa”, remachó frente a la “falsedad” de que el PP no estaba dispuesto a facilitar la gobernabilidad.
Respecto a la renovación de los órganos judiciales, Casado admitió que hoy por hoy no es posible porque “los pasos que está dando el Gobierno” con nombramientos como el de la exministra Delgado como fiscal general del Estado “dificultan ese acuerdo” al entender que buscan politizar la Justicia para avanzar en la “desjudicialización” que Sánchez prometió a los separatistas en su discurso de investidura.
En su opinión, el Poder Judicial debería ser elegido de forma independiente por las propias organizaciones de jueces para cumplir lo que establece la Constitución e instó al PSOE a decir públicamente “qué modelo judicial quiere” porque al colocar a Delgado en la Fiscalía General del Estado como primer paso lanza el mensaje de que “no quiere tener interlocución con el PP”.
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