Afortunadamente el rol clásico que se jugaba a finales de los 90 con una gran cantidad de títulos está volviendo a ponerse de moda, están volviendo a relanzarlo y los amantes del género están que dan palmas con ello, tanto en PC como en consolas, última plataforma esta donde quizás, se abandonó. Ya el año pasado aparecieron varios títulos reeditados clásicos que nos dieron un alegría pero hoy el que tenemos entre manos es otro de estos juegos que se inspira en aquellas joyas, en el rol clásico de tablero, y que nos hará vivir una historia épica con nuestro héroe algo atípica y en un universo totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados. Obsidian desarrolla y THQ Nordic y Koch media nos lo traen hasta nuestras manos
Este Pillars of Eternity 2: Deadfire es una secuela directa de su anterior juego, así que si no lo habéis jugado, os recomendamos pasar por la primera parte antes de comenzar ya que nuestro personaje tendrá relación directa con los hechos acaecidos en la historia ya sucedida. Si no lo hemos jugado y decidimos seguir para adelante, en los primeros compases del juego se nos pedirá que hagamos un personaje según nuestro gusto con muchas opciones de personalización tanto de clases, subclases como incluso de modificar la raza y las subrazas. Cada elección hará que nuestro protagonista sea tratado de distinta manera a lo largo de nuestros encuentros con otros personajes en el juego.
Una vez creado el personaje nos veremos inmersos en un viaje en un barco que es asediado por unos piratas y tras unos hechos que no vamos a desvelar, nuestra nave sufrirá daños y acabaremos en una isla. A partir de aquí comienza una aventura que nos mezcla con piratas, viajes de mar, dioses como colosos que van de una isla a otra y con una libertad total para hacer lo que queramos para ir descubriendo poco a poco la historia, que siempre tiene unos conflictos internos que van más allá de lo que en un primer momento nos muestran.
En Pillars of Eternity 2 tendremos que explorar, hablar con todos los personajes y luchar. Todo lo que hagamos va a influir en nuestra aventura y según reaccionemos, así vamos a ir forjando una reputación y nos irán viendo los distintos personajes que nos vayamos encontrando. Hay en otros juegos donde puedes ser muy bueno y tener muy buen carácter y el resto de aldeanos va a verte como un héroe afable y bonachón, o puedes ser un déspota y un borde que no tiene moral y todos se aterrarán al verte y te tratarán con el miedo que infundes. Sin embargo en este juego, igual puedes ser bueno, malo, borde, altivo… Pero según quién tengamos delante así nos tratará, ya que hay npcs que no aguantan a los buenos buenos y te tratarán mal, otra gente que no tiene miedo a los déspotas y te tratarán con desprecio o incluso con aprecio por eso mismo.
Por lo tanto, ya tenemos que tener claro que no vamos a contentar a todo el mundo solo con el diálogo. Aparte de que la raza influye, no es lo mismo ser un humano que ser un pequeño animal peludo de nombre impronunciable que por cierta parte de la sociedad no es visto como una criatura inteligente. Muy a la orden del día con ese racismo que vivimos todavía en la sociedad actual donde no todos son considerados iguales.
Pero vamos a la jugabilidad, donde Obsidian ha implementado dos tipos de combate para que todos los amantes del rol puedan estar contentos. Pillars of Eternity II: Deadfire se puede jugar por turnos o en modo de combate en tiempo real pero con pausas. Así pues podremos elegir entre ambos sistemas a la hora de enfrentarnos a enemigos. El combate por turnos es cómodo por el poder preparar las estrategias sin tener que darnos prisa, el combate en tiempo real es mucho más rápido y además las pausas podemos configurarlas de tal manera que el juego se pare en cierto momento como salud baja para poder curarnos y que no nos maten. Ya depende de como sea cada jugador y de lo que más le guste para poder elegir, es algo que agradecemos y que no excluye a nadie.
Aparte de los combates y la exploración nos ha llamado la atención otros dos puntos remarcables del juego como es el viajar por las islas a la antigua usanza, con un icono vamos moviendo al personaje a lo largo de un mapa reducido. En este mapa podremos ir viendo los parajes en donde entrar y ahí el juego vuelve a la vista cenital y a verse los personajes o incluso eventos en donde leeremos un texto e iremos decidiendo qué hacer. Por ejemplo, ayudar a un grupo de fieles a arreglar su carro o atracarles o incluso matarles. La aventura pasaría del texto a la pelea directa en caso de seleccionar las dos últimas opciones. También encontraremos fortalezas y mazmorras donde explorar y conseguir más nivel
También destacamos la gestión de nuestro navío, que aunque los combates no están implementados de la mejor manera cuando nos enfrentamos a piratas, si que nos ha gustado mucho cómo ir contratando tripulación y consiguiendo víveres para mantenerlos contentos y como este es nuestro medio de transporte libre para movernos por las islas como queramos. En cuanto a los menús del juego, la típica rueda radial en los juegos de consola está presente aquí facilitándonos el acceso a cualquier punto del menú, desde el personaje, misiones principales y secundarias, inventario o incluso el diario.
Gráficamente el juego cumple con creces y tanto a nivel de diseño de escenarios como con los personajes tanto creados como con las opciones que tenemos en nuestro poder para personalizarlos. Corre muy fluido excepto en algún momento puntual en donde si hemos notado alguna caída de fluidez. Tampoco nos ha gustado demasiado la gran cantidad de momentos de carga que le restan ritmo a la aventura, sin embargo, entendemos que es un juego tan amplio que ese peaje es necesario pagarlo. Remarquemos que son más de 100 horas de aventuras las que promete darnos y que sin duda cumple.
En la parte del sonido también tenemos que ponerle un punto muy a favor por el doblaje, que aunque en inglés, son cientos y cientos de líneas de diálogo que han sido realizadas por actores de doblaje. En un juego tan grande se agradece que escuchemos voces reales y no sean solo textos. No os preocupéis con el inglés porque el juego está traducido mediante subtítulos a nuestro idioma y vamos a entender perfectamente lo que va sucediendo. También remarcar la gran calidad de la banda sonora que ambienta en todo momento el juego y da el punto a cada escena perfectamente.
Pillars of Eternity II: Deadfire es una de las grandes opciones si os gustan los juegos de rol en los que meteros durante un largo periodo de tiempo. Sus batallas, sus elecciones, cómo nos comportemos, todo ello influye y da la sensación de que formamos parte de la historia, que no somos un mero espectador ante lo que está sucediendo. Toda decisión tendrá sus consecuencias para bien y para mal y cada partida será diferente según nuestro personaje, su raza, su clase o su multiclase. Viajes en barco, un entorno marítimo y cientos y cientos de horas por delante nos promete este juego desarrollado por Obsidian y que THQ Nordic y Koch Media nos traen y que no decepcionará a ningún amante del rol.